Con un estilo diferente de animación al que usualmente utiliza Studio Ghibli, nos presenta a los Yamada, una familia bastante común, pero que nos deja ver el lado divertido de los problemas familiares e individuales de los integrantes.
Conformada por los padres, dos hijos y la abuela, los Yamada nos muestran momentos como la relación entre padre e hijo y los cambios que sufre cuando el hijo llega a la adolescencia, así como la sorpresa que se llevan la madre y la abuela cuando éstas se dan cuenta que el hijo recibe la llamada de una joven.
También vemos la relación de pareja y sus divertidos momentos en los que el marido se queda dormido y la esposa no se da cuenta, así que en un intento de que el marido llegué a tomar el tren, a ella la vemos corriendo de un lado a otro, mientras los hijos observan todo el desastre de ver a sus padres correr como locos en la casa.
La cinta es un compendió de divertidos momentos de la vida de seres que no tiene nada de peculiar, y es precisamente lo común de cada integrante que hace que todo sea hilarante porque son situaciones con las que muchos podrán relacionarse; ya sea la relación entre hermanos o la relación con la abuela, o la constante presión de los padres de que se debe estudiar, aunque no puedan explicar muy bien el porqué.
“Mis vecinos los Yamada” nos muestra de manera ligera la vida familiar con un estilo de animación como si fuera un cómic, algo que es inusual en el tipo de cintas que entrega Studio Ghibli. Sin duda alguna, la cinta logra hacer reír más de una vez con momentos de la vida diaria que se exageran un poco con el fin de hacerlos más cómicos.
Dirigida por Isao Takahata en 1999, “Mis vecinos los Yamada” es la primera cinta completamente digital de Studio Ghibli.
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