Perras, un universo teatral fallido en el cine

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perrasUna historia que podría dar para mucho siendo un tema interesante, se presenta plana, inconsistente y con una falta de emoción que termina siendo un recuento de relatos que no afectan emocionalmente al espectador.

En un principio llama la atención que sean tantos personajes, si en muchas películas es difícil conectarse empática y emocionalmente con un protagonista, poder entablar dicha conexión con 10 personajes en pantalla es una tarea titánica y lamentablemente, en este caso, fallida.

La pregunta “¿Quién lo hizo?” es el centro de toda la película, o al menos así parece. Sin embargo, la trama se desvía de la historia principal para pasar la mayor parte del tiempo en flashbacks, que tratan de explicarnos la vida de cada una de las muchachas.

Desafortunadamente cuando se usan flashbacks se cae en dar información que, aunque visualmente interesante, no añade nada a la historia principal. Las historias de las muchachas tienen varios problemas, empezando por no lograr transmitir del todo la figura de “lolitas”, imagen predominante en casi todos los personajes.

El despertar sexual que está ligado a tener conciencia del cuerpo femenino y del poder que éste tiene sobre el otro (sea hombre o mujer),  se presenta en su mejor caso en sólo una historia donde se logra mostrar el conflicto entre el deseo sexual y el arrepentimiento después del acto. Sin embargo, en las demás historias se quedan como anécdotas de recreo que no tienen más peso que un relato arbitrario.

Las historias de las muchachas van desde el accidente de la estudiante “la tora”, el problema de alcoholismo de la madre de una, la relación de swinger de la otra, y los problemas familiares de las demás. Todo esto nos deja con el sabor amargo de historias que podrían ser muy poderosas si tuvieran algún impacto más allá de un relato en flashback.

Lo interesante de la película es que en su mayoría es sólo una locación, la escuela de las estudiantes. Y el conflicto de resolver el problema que las ha puesto entre ser expulsadas y un problema legal, se ve acentuado ya que no se puede salir de ese salón.

Es por esto que los flashbacks son nuestra ventana para ver la vida de estas muchachas, lo malo es que lo visto en los flashbacks no le da al espectador los elementos para que se preocupe por las estudiantes e interesarlo en el futuro de éstas, ni siquiera aumenta la rivalidad que se ha visto en los relatos. Al regresar de un flashback, el espectador regresa al mismo lugar donde empezó la historia, no hay más emociones ni aumento de tensión.

Si a todo esto se le añade la pésima actuación de las actrices, las cosas para le película van de mal en peor. Con un uso de los diálogos que no ayuda en nada, ya que tenemos diálogos que parecen más para una obra teatral (y que funcionarían muy bien en teatro), en la película se oyen absurdos, repetitivos y tienden a estancar el flujo de la trama.

En muchas escenas el uso del silencio tendría mucho más efecto que repetir el mismo diálogo más de tres veces y que ninguna de esas veces afecte emocionalmente al espectador.

Además de que los diálogos les falta ese ingenio que se tienen como adolescente para encontrar nuevas formas de insultar, lastimar y humillar al que está al lado. Los insultos en la película no cambian, son siempre los mismos y siempre dichos de la misma manera.

Mencione al principio que la pregunta “¿quién lo hizo?” parece ser la trama principal, y es que sólo parece. Porque en realidad no hay un línea argumental clara, y no me refiero a quitar los flashbacks o enfocarse enteramente a resolver dicha pregunta, sino que se usan diferentes relatos, en tono y trasfondo, que no se sabe si se está viendo una película sobre la rivalidad de adolescentes, los problemas de éstas en sus respectivas vidas o el problema que las ha llevado a estar encerradas en un salón de clases, sin poder salir hasta que alguien confiese.

Y en verdad creo que todo lo anteriormente dicho podría formar parte de manera orgánica en la historia, si al menos se tuviera claro qué es lo que se quiere dar a entender con la película.

Ya que una adolescente es la combinación de todo su entorno, la familia, la sexualidad, la escuela, etc., influye de manera esencial en la vida de cada adolescente, pero aquí todo está desperdigado sin poder concluir en qué es lo que el director/guionista nos quería transmitir con la película.

Aunque en su estructura es fallida, hay que resaltar y admirar la forma en la que logra esconder la respuesta a la pregunta que se ha repetido a lo largo de todo el largometraje. El giro de tuerca que nos presenta la película al final es maravilloso. Pero por más interesante que esto sea, de nueva cuenta, queda olvidado por la falta de impacto que tiene sobre el espectador.

Y repito, no porque el espectador tenga que ser llevado de la manita o se tenga que resolver claramente el problema, sino la falta de interés emocional hacia las estudiantes no hace que el espectador se sienta impresionado ni conmovido ante este suceso.

El final de la película quita todo melodrama y es acertado en no mostrar nada más que alivio al poder salir del salón. Los personajes no muestran remordimiento, ni otra sensación más allá de que el problema se acabó y es hora de seguir adelante.

En conclusión, Perras podría ser una película dura y directa ante la vida de adolescentes que tienen relaciones sexuales y cómo todo esto afecta emocional y físicamente, pero se trata de abarcar tanto, que la película se pierde en los relatos y se olvida tan pronto se apague la tele.

Perras

Dir. Guillermo Ríos

México 2011

Publicado originalmente el 15 de julio de 2011 en carteleradecine.mx

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