Mirando fijamente la roca que ha aplastado la parte baja de su brazo derecho, Aron Ralston se da cuenta de algo, esa piedra ha estado ahí esperándole toda la vida. Desde antes de que llegara a la tierra, cuando aún era un meteorito a millones de billones de años. En el espacio. Cada minuto desde que nació, cada respiro dado, cada acción tomada lo ha llevado a ella. Y decide alejarse de ella. Sólo pasará junto a ella 127 Horas.
Basada en la novela autobiográfica de Ralston Entre la espada y la pared (Between a Rock and a Hard Place) la nueva película de Danny Boyle es todo menos aburrida y estática. Dotada de una impresionante edición (quizá la mejor del año) la película logra sumergirnos en la angustia del personaje y su lucha contra la soledad y las inclemencias del clima sin caer en el chantaje moral o el drama absoluto.