Hay películas que, a pesar de sus detalles, pueden por los temas tratan, servir para que los espectadores puedan entablar una comunicación con la gente cercana a ellos y reflexionar sobre lo que enfrentan. Ese es el caso de “Observar las Aves”, el más reciente trabajo de la realizadora Andrea Martínez Crowther, el cual aborda el tema de la vejez y la pérdida de la memoria.
Lena Daerna es una connotada intelectual que cuando es diagnosticada con Alzheimer decide dejar grabado en video su vida diaria, capturando así el deterioro que sufrirá por ello. Cuando llega a un punto complicado contacta a Andrea Martínez, directora de cine, quien le ayudará a completar el documental se encuentra realizando.
“Observar las Aves” sorprende por la forma decide narrar su historia, es una ficción que apuesta por parecer un documental, aunque desde el inicio sabemos no lo es, ya sea por conocer a Bea Aaronson, pintora que en la cinta da vida a Lena, ya sea por los diálogos, ya sea por otros detalles. La cinta juega a ser una puesta en escena que no lo es, llegando a su punto alto cuando aparece la persona ayudará a Lea a realizar el trabajo, quien es la directora de la cinta, en una metaficción que pocas veces se atreve a tratar el cine mexicano.
Bea Aaronson es una elección fascinante, dueña de una personalidad magnética hace que nos interesemos en Lea, que aprendamos a quererle, a entender su decisión de retratar su deterioro, elección que no es por un acto de vanidad, sino de algo más grande, es una lección de vida para todos, es el dejar un testimonio de lo que se es y de lo que ya no se será pero que vale la pena no olvidar.
El punto más débil de la cinta son sus diálogos, nadie habla en todo momento con aforismos como lo hace la protagonista, si bien se entiende que es la forma de plantear lo que el personaje considera como la realidad, resultan artificiosos y poco creíbles.
Sobre la forma se muestra el Alzheimer afecta a una persona, el trabajo sin duda conmoverá a muchos, no sólo por ver la determinación del personaje sino porque la forma reacciona la gente alrededor puede resultar muy familiar, muy cercana. Y es en eso donde la cinta trasciende la pantalla. La forma en que el espectador afronta la cinta es también la forma en que puede decidir afrontar el tener que convivir con la enfermedad, ya sea por padecerla o por conocer a quien la tiene.
“Observar las Aves” no es perfecta pero si logra crear el debate desea, si logra traspasar la pantalla para que aquellos la vean puedan hablar del tema, lo que le hace una cinta necesaria.
Los invitamos a ver una entrevista con la directora.
