La animación hace mucho que dejó de ser territorio casi exclusivo de relatos infantiles y ha sido utilizada para narrar historias cuya profundidad y sentimiento sólo puede ser comprendida en su totalidad por un público más adulto, tal es el caso de “Memorias de un Caracol” (Memoir of a Snail) un drama demoledor que no deja a nadie sin ser tocado por alguno de sus temas.
En Melbourne, Australia nos encontramos a Grace Pudel, una chica que crece con su padre y su hermano, a la muerte del primero ellos son separados y enviados a hogares sustitutos. Ella crece con una familia que si bien la apoya nunca logra integrarla por completo mientras su hermano termina en una granja con fanáticos religiosos. Al paso de los años Grace se va aislando cada vez más del mundo hasta que conoce a Pinky, una mujer madura que le terminará mostrando el mundo es un lugar para explorar y, sobre todo, vivir.
La cinta es dirigida por Adam Elliot, quien crea una atmósfera oscura, retorcida, sumamente entrañable y dolorosa, todo para crear un relato sobre lo complicado es romper el caparazón que una persona se construye a su alrededor para evitar ser lastimada por el mundo, la atención al detalle que el realizador tiene, logra que el espectador se sumerja en un mundo donde todo es atemorizante y poco amigable, como lo percibe la protagonista.
“Memorias de un Caracol” descansa en un estupendo diseño de personajes, en un elaborado diseño de producción que siempre remite a las conchas de los caracoles, en un tono de colores apagados, hostil para la protagonista, donde sólo la presencia de “Pinky” una mujer madura es el único refugio que ella tiene, uno que desaparece al inicio de la cinta, pero cuya presencia no deja de estar presente en cada momento.
La película explora la soledad y abandono de aquellos que parece no tienen nada en la sociedad, pero en lugar de instalarse en el drama ramplón se va por un caustico humor negro que provoca la risa incómoda como una defensa ante la tragedia, es fascinante ver como Grace va madurando, como pasa por situaciones que, si bien la hunden, le van dando la fuerza para avanzar, todo ante los ojos del espectador que va escuchando su historia a la par que lo hace su caracol favorito.
También resalta el amor que la protagonista tiene al cine, haciéndole amar el cine de animación y, en algún punto de su vida, realizar una película basada en su vida, que no es la que vemos en pantalla, sino otra que también veremos y que dará pie a uno de los momentos más desgarradores de la cinta.
“Memorias de un Caracol” es de esas películas que calan en el alma, que no son manipuladoras, pero si logran traspasar con sus emociones las barreras ponga el espectador, que tan le hará llorar como reír, como reflexionar como dejarse llevar. Un impecable trabajo que una vez visto, se queda en la mente de la gente por siempre.
Háganse un favor y véanla, de ser posible en su idioma original, no doblada.
“Memorias de un Caracol” (Memoir of a Snail)
Dir. Adam Elliot
Guión: Adam Elliot
Compañía productora: Screen Australia / VicScreen / Melbourne International Film Festival Premiere Fund / Arenamedia / Soundfirm / Anton Charades / Snails Pace Films
Distribución: Cine Canibal
Fecha de estreno: 14 octubre 2024 (Australia) 20 febrero 2025 (México)
País: Australia 2024
Duración:94 minutos
