El cine de terror es toda una montaña de emociones en los últimos años, así como tenemos joyas que perduran aún en nuestra memoria, existen muchas otras cintas que simplemente no dejan huella, no dejan más que la impresión de que perdimos tiempo de nuestra vida al verles, sin esperanza de recuperarlo, tal es el caso de la cinta canadiense “Espíritu del Mal” (Pyewacket), la cual se torna una tortura casi interminable ante su apatía de hacer algo.
Leah vive con su madre, ambas cargan en los hombros la ausencia del padre de familia, recién fallecido. Cuando la madre decide cambiar de casa y así continuar con sus vidas, Leah no lo puede entender y realiza un acto de magia negra para que ella muera. Cuando extrañas cosas comienzan a suceder, el destino de ambas estará sellado.