“Perdidos en la Noche”, la madurez de Amat Escalante

La lucha social en México tiene varios flancos abiertos, por un lado, el crimen organizado, por otro, los que tiene los recursos económicos para lograr lo que desean y, también, la corrupción que impide que las causas justas encuentren salidas adecuadas a sus demandas. Amat Escalante ha trabajo esos temas en sus pasados largometrajes, explorando las raíces de esos temas, pero es ahora, con su quinta película, “Perdidos en la Noche” donde por fin podemos ver un director pleno de sus capacidades y dueño de la situación.

Emiliano busca a su madre, desaparecida hace tres años por oponerse a la instalación de una minera en la zona. Sus investigaciones le acercan a la propiedad de una estrella del espectáculo y su familia. La tensión entre todos crece hasta llegar a un violento desenlace.

Amat Escalante nos presenta con “Perdidos en la Noche” la que, quizá, podría ser su mejor película a la fecha, superando la técnica y narrativa ya mostrada en “Heli” o “La Región Salvaje”, mostrando una clara madurez y, consolidando a la vez un estilo que ya le distingue claramente dentro de la cinematografía nacional. Lejos ha quedado el cine contemplativo de sus primeros trabajos para ir creando cintas que, sin dejar de lado las preocupaciones del realizador, le han ido acercando su trabajo a audiencias más amplias al ser más dinámicas.

En esta ocasión Amat trabaja con actores profesionales y amateurs, logrando un balance donde la que sale beneficiada es la película, todos girando, de una u otra forma, alrededor de Juan Daniel García Treviño, quien se está convirtiendo en uno de los actores más impresionantes de la actualidad, dueño de una sensibilidad que la transmite al espectador y que hace humanos y creíbles a sus personajes. Barbara Mori continúa explorando nuevos retos, mostrando en esta ocasión un rango actoral que deseamos mantenga en futuros trabajos, uno donde no recae todo en su belleza sino en la sutileza de la mirada, movimientos de manos, modulaciones de su voz. Fernando Bonilla, como un hombre consumido por las dudas, el bloqueo creativo, lleva a su personaje por un peligroso sendero donde podría resultar insoportable, sorteando de forma total ese riesgo. María Fernando Osio, como la novia del personaje principal, es una agradable revelación, su naturalidad, su firmeza, pero, sobre todo, su mirada y su sonrisa, se convierten en bálsamo para la historia se desarrolla. También destaca Ester Expósito, quien da vida a una influencer que tiene una atracción por Emiliano.

Perdidos en la Noche” no tiene miedo en poner el dedo en donde duele, en señalar de forma directa las relaciones de corrupción y poder, todo sin que se sienta forzado lo que estamos viendo, todo embonando de una forma natural, logrando que se sienta que estamos viendo un trabajo destinado al público mexicano más que al europeo, lejos de la pornomiseria sin que ello demerite la crisis se presenta. Su crítica social no pierde fuerza, se hace más firme, más reveladora. Y aunque podría parecer que todo queda suelto, como espectador sabemos lo que se requiere, si eso no llega a los protagonistas forma parte del juego. Pero, además, el director se permite pequeños rasgos de humor en la historia, la cual aligera lo que sucede, que humaniza a sus personajes y situaciones más que si sólo se enfrascara en el dolor y fracaso. Además, lo hace en hermosos escenarios naturales que contrastan con el horror se desarrolla en esas tierras.

La película muestra como las transnacionales no sólo transforman la naturaleza del terreno, muestra como corrompe todo alrededor, provocando la ambición de todos, el dolor de aquellos que no pueden impedir su poder. Muestra el imparable dolor de aquellos tienen en su camino un desaparecido, el cual es imposible saber si su destino fue sellado por el crimen organizado o la policía corrupta. Nos enseña cómo hay gente que al tener todo, no tiene nada, que su vida y creaciones se sostienen en la mentira y, como en contraparte, aquellos que parece no tienen nada, en ocasiones tienen una sonrisa frente a ellos que les cura el alma.

Particularmente me gustaría resaltar dos escenas que muestran la madurez de Amat, en la primera vemos como Juan Daniel se encuentra cambiando una ventana rota en un primer piso mientras sostiene una charlar con Ester, situación que cambia cuando la cámara se desplaza a la otra habitación, sin cortar, sin editar, para ver lo que Mori y Bonilla están haciendo. La otra escena es al final de la cinta, una filmada en cámara lenta, con una belleza aterradora, desoladora, que logra hacernos recordar trabajos de animación cuando lo que estamos viendo es real, tenso.

Perdidos en la Noche” es una película que sorprende por la mano del director, por la madurez ha alcanzado y que promete trabajos con mayor alcance al permitirse abrir sus propuestas, una película imperdible para su estreno programado a finales de año. Una película que se siente hecha para un consumo nacional, no destinada al extranjero, lo que se agradece.

La cinta tuvo un pase especial dentro del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, lugar donde se presentó la cinta con el director y su equipo, los invitamos a ver ese video.

Perdidos en la Noche

Director: Amat Escalante

Guión: Amat Escalante

País: México / Países Bajos / Alemania / Dinamarca

Duración: 120 minutos

 


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