“Amores Materialistas" en busca del significado del amor

En “El Amor en los Tiempos del Cólera”, el escritor colombiano Gabriel García Máquez nos hacía creer que, cuando el amor es puro y está destinado a ser, es capaz de vencer todas las adversidades. Sin embargo, en el mundo moderno, tal vez no sería tan sencillo lograrlo. Si no, pregúntenle a Celine Song que, en su segundo largometraje después del gran éxito de su ópera prima, “Vidas Pasadas” (Past Lives), plantea un dilema moderno sobre las relaciones en tiempos modernos, lanzando una importante cuestión: ¿es la idealización y lo material más importante que el sentimiento amoroso mismo?

Amores Materialistas” (Materialists) se enfoca en la historia de Lucy (Dakota Johnson), exitosa casamentera en la ciudad de Nueva York que piensa que el amor es subestimado. A ella solo le interesa si un chico es millonario, de buen ver y gana lo suficiente. Ella pide un “unicornio” en la selva de las citas. Su experiencia con sus clientes va de lo mismo: emparejarlos con aquellos que coincidan en ciertos aspectos en común no para encontrar la vida feliz y eterna de un matrimonio, sino el ejercicio de ser valorados mutuamente. En plena tertulia de una de las bodas conseguidas por su toque maestro, se encuentra con Harry (Pedro Pascal), un maduro y millonario hombre que pone los ojos en la popular casamentera y planea ligársela. Ambos lo perciben como una transacción en la que ella obtiene lo que busca y él tiene una buena pareja, un ganar-ganar para ambos. Pero la aparición de John (Chris Evans), un hombre del pasado de Lucy y un suceso dentro de su trabajo pondrán en tela de juicio las creencias frías de la casamentera. ¿Existe entonces el amor, o solo somos materialistas e interesados?

Desde la primera escena, Song plantea su creencia. El salir con alguien, casarse y demás es resultado de una mera transacción donde ambas partes salen ganando. Ese cinismo se mantiene en pie no solo ante el oficio ejercido por ella sino por algunos de los testimonies de los clientes que ella maneja. Hombres y mujeres por igual parecen pedir una persona de los sueños armada como si uno encontrara piezas armables para crearlo. Esta idea se sostiene y se ve en ambos, hasta que vemos que la cruda realidad de esa superficialidad puede traer consecuencias horrendas.

Una de las virtudes que tiene Celine Song en su dirección recae en el gran trabajo que consigue por parte de sus actores. Si bien Dakota Johnson ha hecho cosas terribles (“Madame Web”, “50 Sombras de Grey”), aquí muestra que es capaz de mostrar las dos caras de la moneda, tanto esa frialdad necesaria en su oficio como ese sentimiento y vulnerabilidad que, por un momento, le agobian y le cambia la vida.

Al lado de ella complementamos el trío de protagonistas con Pedro Pascal, que es adorable pero de alguna forma también interesado y duro de roer, mientras Chris Evans lucha por ser el patito feo del relato. Él es la antítesis de lo que Lucy desea en su vida, pero ese pasado en común y el amor que los unió presenta la contraparte de los “Amores Materialistas” del título. Aquí el único interés es estar con ella, aunque no tenga mucho más que ofrecerle.

Aquí entra otra de las virtudes de la joven directora pues en éste, su segundo largometraje, nos presenta un guion qué bebe estéticamente del Hollywood clásico, pero no teme en mostrar los pros y contras del debate que propone desde el inicio. Ni las mujeres ni los hombres salen bien parados de ciertos diálogos punzantes, así como una que otra verdad dolorosa que pone el dedo en la llaga sobre la idealización del amor en tiempos modernos que, en las relaciones adultas, resulta más compleja de lo que imaginamos.

A esto, hay que sumarle el sumo detalle en el manejo de la cámara donde Song pone detalle en paneos y en la correcta forma simétrica del encuadre. Pero, además, son las ligeras cosas que suceden en las mismas como una mirada, un gesto, una sonrisa, e incluso el pasar a través del público en un baile, que hacen que la historia de los “Amores Materialistas” adquieran una intimidad palpable. Eso si, la complejidad de sus personajes provoca que, por momentos, existan momentos en que no exista alguien con quien empatices y viceversa.

Hay que sumarle también la elección de una banda sonora especial que acompaña los pasos de este trío. Y aunque si hay partes de los “Amores Materialistas” que llegan a replicar algunos de los tropos de la comedia romántica y el “screwball”, la forma en que lo logra es mágica, por momentos hasta dolorosa. Ese toque especial es lo que hace única a esta realizadora que, en tiempos donde la inmediatez y la banalidad predominan, ella decide tomar su tiempo y plantea situaciones tan humanas que es difícil que no provoquen algo en el espectador.

Así, “Amores Materialistas” trasciende sobre otras tragicomedias de este estilo por su autenticidad y complejidad gracias a la voz de una cineasta que sabe cómo tocar temas delicados y provocar reflexiones interesantes. Aquí, la charla que provoca es acerca de la valía que nos damos a través de los ojos de otros, de trascender más allá de una simple transacción y ver que el amor y lo materialista puede ser separado, porque lo intangible no se mide ni cuesta, pero lo material puede ser más traicionero y falso que un corazón enamorado o herido.

Los invitamos a ver el tráiler

Amores Materialistas” (Materialists)

Dirección: Celine Song

Guión: Celine Song

Con: Dakota Johnson, Chris Evans, Pedro Pascal

Distribuidor: Sony Pictures

Fecha de estreno: 13 junio 2025 (Estados Unidos) 31 julio 2025 (México)

País: Estados Unidos 2025

Duración: 117 minutos


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