Hay muertes que sólo implican el adiós del cuerpo físico y que no son la desaparición de una persona, al enterarse el mundo que Ray Harryhausen había fallecido a los 92 años sólo se confirmó que la leyenda comenzaba. El rey de los efectos especiales seguirá vivo con su legado.
"El genio de Harryhausen residía en lograr dar vida a sus modelos de animación. Ya fueran dinosaurios prehistóricos o criaturas mitológicas, en las manos de Ray no eran marionetas sino personajes de pleno derecho, tan importantes como los actores a los que se enfrentaban y en algunos casos incluso más aún", sostuvo la familia del cineasta.
Ganador de un Óscar honorífico en 1992 y poseedor de una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, su trabajo influyó en la carrera de directores como Steven Spielberg, James Cameron, Peter Jackson y George Lucas, que se inspiraron en obras de Harryhausen como It Came From Beneath the Sea (1955), Mysterious Island (1961), y Furia de Titanes (Clash of The Titans 1981).
"Sin Ray Harryhaysen, posiblemente no habría habido 'Star Wars'", dijo en su momento George Lucas, el cerebro de la célebre franquicia galáctica.
"El Señor de los Anillos (The Lord of The Rings) es mi película homenaje a Ray Harryhausen. Sin su amor por esas imágenes maravillosas y su forma de narrar no se podría haber hecho, al menos no conmigo", sostuvo Peter Jackson, director de esa saga.
Posiblemente el trabajo más recordado de Harryhausen es el de la animación de los siete esqueletos de la película Jason y los Argonautas (Jason And The Argonauts 1963), que le llevó tres meses de rodaje.
A lo largo de su carrera produjo 17 películas, se encargó de los efectos visuales de 15 y dirigió 9 cortometrajes. Nacido en Los Ángeles el 29 de junio de 1920, su pasión por los efectos visuales nació al ver la película King Kong (1933), el filme rodado en blanco y negro por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack a cuyo estreno asistió cuando en Hollywood empezaba a despertar el cine en color.
Una proyección que marcó su vida y que le convertió en el maestro de la animación foto a foto tras ver el trabajo de Willis O'Brien, capaz de convertir un muñeco simiesco de 45 centímetros en "King Kong", el gigantesco gorila subido a la cúspide del Empire State, el edificio más alto de la época en Nueva York.
"Es la fantasía más real que nunca se ha creado y que sigue viva siete décadas más tarde", dijo Harryhausen en 2005 a Efe.
"Todos los que practicamos el arte de la ciencia ficción y las películas de fantasía sentimos que nos apoyamos en los hombros de un gigante. Sin la contribución de Ray al imaginario colectivo, no seríamos quienes somos", afirmó el realizador James Cameron.