Las Mejores Cintas Mexicanas de la década 2011/2020: panel de críticos opina

Diez años siempre son un buen número para realizar un conteo, y en estos momentos vale la pena ver lo que el cine mexicano ha hecho en este tiempo, la producción iba a la alza hasta que vino la pandemia por el COVID-19, la cual afectó todas las producciones nacionales, la cual sumada a los recortes presupuestales que se han venido orquestando desde el gobierno federal contra todos los ámbitos culturales, pinta un panorama poco alentador para alcanzar las cifras tan altas de producción en años venideros, por lo que presentarles ésta selección hoy es más importante que antes.

En cineNT invitamos a un grupo de amigos a realizar un ejercicio de suma cinefilia, el de tomar lo que consideran lo mejor de la década y hoy se los presentamos, todos ellos en orden alfabético, en espera les motive a buscarles en caso no las conozcan o regresar a ellas para disfrutarles de nuevo.

RAFAEL AVIÑA

[Egresado de la licenciatura en Comunicación Social por la UAM-­?Xochimilco y de la primera generación de la Escuela de Escritores de la SOGEM. Columnista del diario Reforma desde 1997, ha sido investigador de la Cineteca Nacional, Filmoteca de la UNAM e integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Dirigió el cine club del INBA y condujo la serie de TV UNAM: Maravillas y curiosidades de la Filmoteca de la UNAM. Es autor de más de 30 libros, entre ellos: “David Silva. Un campeón de mil rostros” (Premio CANIEM a Mejor Biografía), “¡Aquí está su pachucote… noooo!”, “Orson Welles en Acapulco (y el misterio de la Dalia Negra)”, “Mex. Noir Cine mexicano policiaco”. Fue ganador de la Mención Honorífica en el 7º Concurso Nacional de Novela Negra, es autor del guión de largometraje “Borrar de la memoria” dirigido por Alfredo Gurrola y en 2018 obtuvo el Premio Guerrero de Oro al Mérito Periodístico por Trayectoria que otorga la Red de prensa Mexicana de Cine.]

Creo con firmeza que la última década de nuestro cine reúne decenas de filmes en verdad notables, atractivos, sensibles y propositivos. Elegir sólo cinco películas mexicanas fue una decisión arriesgada y difícil ya que dejo fuera obras espléndidas, complejas de enorme impacto emocional como serían en orden de exhibición: “Martha”, “Después de Lucía”, “Post Tenebras Lux”, “Las búsquedas”, “Halley”, “Somos Mari Pepa”, “Carmín tropical”, “González. Falsos profetas”, “La vida después”, “Los Hamsters”, “Las elegidas”, “Te prometo anarquía”, “Me quedo contigo”, “La región salvaje”, “Los herederos”, “Maquinaria panamericana”, “Roma”, “La 4ª compañía”, “La camarista”, “Las niñas bien”, “Ya no estoy aquí”, “Blanco de verano”, “Mano de obra” y “Leona”, que sin problema alguno, podrían figurar entre lo mejor de nuestro cine más reciente. Lo mismo sucede con varios documentales de una profundidad y sensibilidad social de gran aliento: (por orden de exhibición) “El lugar más pequeño”, “El paciente interno”, “Hasta los dientes”, “Vaquero de mediodía”, “Oblatos”, “Niña sola”, “El guardián de la memoria”, ”Las flores de la noche”.

Mi lista de cinco, también por orden de exhibición, obedece no sólo al impacto que estos filmes me provocaron, sino a la responsabilidad social que prefiguran. En lugar de comentar cada uno, preferí incorporar una sola interpretación, ya que los cinco títulos engloban temas, paráfrasis y búsquedas afines.

Las cinco películas elegidas, no dudan en presentar un México bárbaro y descompuesto. Más extraordinario aún, es que realizan una radiografía de ese México nuestro, profundo y vulnerado y lo hacen desde una mirada sensible, compleja y brutal e incluso mística y con elementos sobrenaturales. Sus historias están protagonizadas por niños y adolescentes principalmente: la carne de cañón emocional de toda nación. Todas, se sumergen en las fangosas aguas de una nación convulsionada por la ignorancia, la violencia, el rencor, el abuso, el racismo, la xenofobia, la corrupción moral, el machismo y el temor, en buena medida propiciado por la podredumbre de los gobiernos en turno y por el poder del narco y la brutalidad que ha generado. Ello, ha creado una insensibilidad y una disminución en nuestra capacidad de asombro, en un país en el que se hace alarde de ese estilo de vida, donde reina la incultura, el consumismo, la mujer como objeto, el sentimentalismo barato, la puerilidad de contenidos y la fascinación por infringir dolor y martirio.

2013

Heli” de Amat Escalante

2014

La jaula de oro” de Diego Quemada-Diez

2018

Cómprame un revólver” de Julio Hernández Cordón

2019

Sanctorum” de Joshua Gil

2020

Sin señas particulares” de Fernanda Valadez

ULISES CASTAÑEDA

[Editor de La Crónica de Hoy donde ha ampliado el espacio para la difusión, investigación y análisis del séptimo arte, especialmente del cine mexicano. Fundador y colaborador de la Revista Encuadres. También ha colaborado en Revista Gatopardo, Crónicas de Asfalto, Bizarro Radio y Restart.]

¡Vaya ejercicio de cinefilia! Echar la mirada para saber cuáles son los cinco filmes que más me han cautivado en los últimos 10 años fue una aventura en sí misma. La invitación de mi colega y amigo Irving Torres para hacer ese filtro me permitió hacer una retrospectiva de mi propia carrera que empezó en el 2012 y con una conclusión similar a la de aquel comienzo: El cine mexicano es un universo fascinante.

Para elegir estos cinco títulos tuve que revisar las listas de películas que cada año hago, seleccionar los filmes mexicanos producidos y exhibidos en los últimos diez años, así como revisar las listas oficiales de los Anuarios Estadísticos del IMCINE para tener un acercamiento más justo a las películas que se han podido ver.

De acuerdo con estas cifras oficiales hasta el 2019 se han podido ver en festivales, muestras y estrenos comerciales un total de 773 filmes, desde el 1 de enero del 2011, a los que se sumarán los de este año cuya cifra serán más o menos 80 filmes (este dato se sabrá hasta que se anuncie el anuario estadístico 2020). De esos más de 800 títulos mexicanos he podido ver 424 filmes de largometraje hasta la edición de este texto, un indicador que me ha hecho sentir muy orgulloso y del cual destaco lo importante que ha sido para mí el cine mexicano.

Con lo subjetivo que es el cine, aclaro que para estos cinco filmes, el criterio fue el gusto personal, que mi aprendizaje en lo narrativo, técnico, sensorial y emocional me ha dado el séptimo arte. Muchos títulos que no están en la lista se convirtieron en piezas muy personales (tal es el caso de “Los Lobos” de Samuel Kishi, que me reflejó parte de mi infancia, solo por poner un ejemplo) y aunque no figuren en la lista no pierden ni un cuadro de valor, así como aquellos otros que seguro figuran en los libros de historia por su influencia y peso. Y si solo puedo elegir cinco filmes también quiero mencionar que considero que poco más de 200 títulos en estos años son de una gran calidad. Estos son mis cinco filmes de la década:

  1. Sueño en otro idioma” de Ernesto Contreras (2018)

En este filme Contreras nos enseña con realismo mágico el poder del tiempo, ya sea en la penitencia del orgullo o en lo eterno que puede ser un acto de amor. La investigación de un joven lingüista para estudiar una lengua de la cual solo quedan dos hablantes que no quieren cruzar palabras entre sí porque se odian, es ya de por sí una premisa poderosa, pero más virtuoso es su desarrollo, contado con tacto, gracia, ternura y coraje en el intento de buscar una reconciliación.

  1. Tempestad” de Tatiana Huezo (2016)

En su título lleva implícito lo que hace con los sentimientos, nos sumerge en una tormenta con cada minuto, con cada una de las dos historias de mujeres, víctimas de la violencia y la impunidad. Tatiana nos hiela la sangre al hacer que en el filme conecten dos testimonios que pintan el panorama de un país atrapado en las garras del crimen organizado, una película con una fotografía imponente y con una visión apasionada y comprometida sobre el dolor.

  1. Carmín tropical” de Rigoberto Pérezcano (2015)

El carmín, que es un rojo más intenso, es el tono preciso en el que se encuentra la historia de misterio exótico que se desarrolla en el tropical universo de Juchitán, Oaxaca, tierra de los muxes, hombres que son aceptados socialmente por elegir vivir como mujeres. Carmín tropical es porque hay pasión y hay sangre, porque hay calidez y hay crueldad. Un filme pink noir con elementos de cine documental que nos sumerge en un relato fascinante, psicológico, atmosférico y, narrativamente, exquisito.

  1. Sanctorum” de Joshua Gil (2019)

Jamás en la historia del cine mexicano se ha visto una película como ésta. Nos muestra a personajes atrapados en la guerra contra el narcotráfico desde una necesidad de ver el fin del mundo. Un filme sobre el desarraigo forzado de un pueblo que se encuentra en el fuego cruzado entre militares y criminales, un filme que convierte la ausencia en un rezo a la naturaleza y la respuesta de la naturaleza en una justiciera mística. En este filme la fantasía y la realidad se mezclan de una forma tan brutal como visualmente hermosa.

  1. Sin señas particulares” de Fernanda Valadez (2020)

Es triste descubrir que el cine mexicano más valioso parte desde el dolor. Se trata de un proyecto que se encarga de reflejar la crudeza de una nación secuestrada por sus propios sistemas fisurados, a través de una narrativa elegante, construyendo un discurso poderoso en un intenso thriller sobre las desapariciones. Sigue la odisea de una madre en busca del rastro de su hijo que se perdió en su camino a cruzar la frontera, en cada pista que descubre sobre él nos acerca al terror más profundo sobre las heridas de violencia en México. Ninguna película me ha provocado tanto miedo como esta. Imposible no salir con el corazón apretujado al final del filme.

JESÚS CHAVARRÍA CABRERA

[Crítico de cine, analista de cómics y director de teatro. Nacido en la ciudad de México, estudió Teatro y Ciencias de la Comunicación en la U.N.A.M. Como actor ha participado en diversos montajes y  dirigió obras de teatro como “Lenguas Muertas” y “Sanatorium Shakespeare”, además del cortometraje “Femme Fatale”. Ha escrito crítica de cine en las revistas Gótica, Nocturna, Conexión Manga, Prototype, Emo City, Twiligthers, Generación X, Chilango, Cine Premiere, Mórbido Magazine, Revista Marvin, Deambulario, Playboy México, Empire México, el diario El Nuevo Mexicano, y la edición mexicana del cómic de “Archie”. Fue editor de las revistas Cine Fantástico, Escuela de Magos y Stageone México. Participó como crítico de cine y analista de anime y cómics en Telehit. Colaboró con el libro conmemorativo de la edición XV del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, ”Partículas de Luz”. Ha sido Jurado en diversos eventos como Shorts México, el Festival Internacional de Cine de Mérida y Feratum Film Fest, programador en Espanto Film Fest, además de ponente en las tres ediciones del coloquio de Teatro, Cine y Fútbol del CITRU INBA. Actualmente ofrece talleres de análisis en diversos espacios, colabora con críticas breves en Radio Oro Noticias de Puebla, tiene una columna de opinión semanal en Tomatazos, escribe para Time Out Mx,  SMASH y el periódico La Razón, además de que participa en el programa Marquesina de Canal 22 y Telehit. También es director de YouRocket, concepto cuyo programa se ha transmitido en radio y televisión, y que actualmente cuenta con su propio canal de YouTube, su sitio web y programa de radio en ADR Networks.]

Los Lobos” de Samuel Kishi (2020)

Los sentimientos tomando el completo protagonismo dentro de una pieza fílmica con un discurso crítico y profundo, anclando la ficción con apuntes documentales y entrañables segmentos animados. Una mirada a la migración que se convierte en una oda a la complicidad entre madre e hijos, al espíritu de salir adelante y a la empatía que aún existe. Quizás la mejor película mexicana entre 2019 y 2020.

Sin señas particulares” de Fernanda Valadez (2020)

Dejando de lado cualquier alarde visual, se trata de un brutal testimonio en donde la sobriedad se convierte en el instrumento implacable para diseccionar las entrañas de la provincia mexicana que agoniza espectral, retorciéndose entre el abandono de un sistema para el que las víctimas sólo representan un número. Quizás la única capaz de disputarle a “Los Lobos”, el título de lo mejor que se ha estrenado en cuanto a cine mexicano en este 2019 y 2020.

Ya no estoy aquí” de Fernando Frías (2019)

La historia pequeña que se multiplica ante la indiferencia de un entorno vestido de discriminación y que normaliza la criminalidad, aquí se dimensiona a través de visiones tan seductoras como desesperanzadoras para hablar de cuando se pierde la identidad en prácticamente todos los sentidos. Una muestra de cómo  sacar el mayor provecho de actores no profesionales, que además sentó un importante precedente con su estreno directo en plataformas digitales, dando un paso más para que el cine mexicano de propuesta recupere el vínculo con el gran público. 

Roma” de Alfonso Cuarón (2018)

Más allá de lo cuestionable que pudiera ser su discurso, se trata de un portento en cuanto al manejo del lenguaje cinematográfico, una estilizada y minuciosa reconstrucción de la forma en que el director recuerda el México de los 70s, que alcanza altos niveles de grandilocuencia. Esto, aunado a una estrategia comercial y de distribución que desafió el sistema de las grandes cadenas, planteando su estreno casi de manera simultánea en salas de cine independientes y streaming, terminando por consolidar su trascendencia; le convierten en la gran indiscutible de esta lista.

Sueño en otro idioma” de Ernesto Contreras (2017)

La fórmula de la comedia romántica contextualizada con encanto y lucidez, aludiendo a la extinción de las lenguas indígenas para desarrollar un discurso comprometido, con un drama de fondo conmovedor, acerca de las distintas formas de amar, asfixiadas por los prejuicios. Otro punto importante es que a la par de su discurso inteligente, se da el lujo de agregar elementos místicos y alegorías para encontrar la identidad, manteniendo una clara vocación por el entretenimiento que le hace muy accesible para cualquier tipo de público.

Menciones especiales:

Carmín tropical” de Rigoberto Perezcano (2014)

Seductora puesta al día del cine negro de arrabal que se consolidara en el cine mexicano de mitad del siglo pasado, ambientada en los parajes oaxaqueños con actuaciones de alto calibre. Es una delicia la forma en que la tensión va estirándose con mustia alevosía entre atmósferas de orfandad con una sutil carga de erotismo.  

Sanctorum” de Joshua Gil (2019)

Sorprendente visón postapocaliptica, que raya en el virtuosismo a la hora  de mezclar el testimonio fílmico y los elementos místicos, para hablar de la violencia que consume a las comunidades al interior de la República mexicana, acorralada entre el narcotráfico y el ejército. Una de las menos convencionales y al mismo tiempo mejor logradas propuestas del cine mexicano reciente, que fue injusta e inexplicablemente ignorada por los premios Ariel.

LAURA CRUZ

Hola, soy Laura Cruz Cacho, @cruzlauc, licenciada en Ciencias de la Comunicación. Mi trabajo es informar algunos hechos importantes que pasan en la Ciudad de México a los poblanos y lectores del @DiariodePuebla como corresponsal. Aparte, colaboro como freelancer de la plataforma @pymempresario. He realizado coberturas de diferentes festivales de cine como: Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Festival de Cine Judío México (FCJM), Mórbido y Feratum.

A continuación, presento una lista de 5 películas mexicanas contemporáneas, que considero que son las que representan la situación política, social y económica que vive día a día nuestro país, a través de la lente de la cámara de directores mexicanos y ¿porque no? Agregué algo de romanticismo ya que es parte de la cultura mexicana.

01 “La dictadura Perfecta” (2014)

Sin duda, el "Cuarto poder" es la expresión que hace referencia a los medios de comunicación que influyen en los asuntos sociales y políticos de un país. Sin embargo, en muchas ocasiones los grandes medios televisivos dominantes abusan, manipulan y engañan a los sectores más vulnerables con el objetivo de beneficiar a políticos en su mayoría. 

El director Luis Estrada muestra en la película una construcción de una historia llena de corrupción, falsedad e injusticia tras lograr reflejar acontecimientos muy puntuales en México que pareciera que no tienen ni pies ni cabeza debido a que muchos casos hasta el momento no han quedado aclarados. Ejemplo de ello, el caso del "góber precioso”, calificativo que se volvió popular luego de que se filtrara a los medios de comunicación una grabación de una llamada telefónica que reveló las complicidades entre el exgobernador de Puebla, Mario Marín, y el empresario Kamel Nacif, vinculado a una red de pederastia.

02 “Sueño en otro idioma” (2017)

Del director Ernesto Contreras nace este largometraje con una historia de amor que gira en torno a la extinción de un idioma  zikril. Sin embargo, sólo son dos pobladores de edad adulta lo hablan. La narrativa cuenta que un investigador desea obtener información más a fondo de esta lengua, pero se entera que entre ellos no se hablan desde hace 50 años y ahora tiene que lidiar con la situación y hacer posible juntar a los dos ancianos.

Lo interesante del filme es que poco a poco se teje una historia entre el pasado y el presente de una amistad que se fractura junto con los elementos que podemos encontrar en el desarrollo como el el desamor, la venganza, la traición, la vejez, el resentimiento profundo mutuo y lo que puede suceder son dos cosas: juntarlos para su sanación o provocar un mayor odio entre ambos.

03 “Trémulo” (2015)

Trémulo es lo primero que me atrapó ¿qué significa? Buscando en internet, encontré: “esta palabra se halla en el idioma latín; más precisamente en el vocablo tremŭlus. Un término latino este que es interesante saber que, a su vez, deriva del verbo “tremere”, que es equivalente a “temblar”.

En una peluquería se plasmó el momento clave esta palabra en dos cuerpos masculinos atraídos uno al otro que caen a la luz de la noche, entre caricias, miradas, coqueteo, movimientos, gestos y expresiones, les ocasionó un intenso trémulo.

04 “Vuelven” (2017)

Hay ocasiones que la ciencia no puede explicar cómo existe gente de tener el don de ver gente muerta. Estrella, una niña de 10 años, es una de ellas, y entre sus deseos más fuertes es que su madre desaparecida vuelva. Y sí, se le cumple, pero está muerta y la sigue a todas partes. Aterrada, trata de escapar, uniéndose a una banda de niños huérfanos que sobreviven en medio de la violencia ocasionada por el narcotráfico. Poco a poco, como un cuento de los hermanos Grimm, la historia al final es cruel.

La niña aprende tres lecciones importantes; primero, tener cuidado de sus deseos, segundo, comprender y llevarse guiar por estas almas perdidas (víctimas y gente inocente que le fue rebatada su vida por la violencia que vive México) que buscan venganza y justicia y la única manera de manifestarse es ante Estrella y el tercero a enfrentarse con la realidad. 

05 “Ya no estoy aquí” (2019)

Considero que el filme es circular porque desde el inicio deja al espectador con una pregunta ¿por qué un chico llamado Ulises tiene que huir de México de manera ilegal a Estados Unidos?

Lo llamativo de la película son varios aspectos: primero, el paralelismo de estos dos países con una constancia entre el pasado y el presente. Segundo, la música Kolombia Regia se convierte en elemento cultural revelador, tercero, no sólo está implícito la ola de violencia por el poder del narcotráfico en Monterrey sino el poder de liderazgo entre estas bandas de este barrio bajo donde se desarrolla la película. Cuarto, refleja todas los delitos que se comenten sin tener pruebas legales y quinto, la migración ilegal.

GIL GERARDO BALLESTEROS

[Periodista, crítico de cine y profesor universitario. Autor de la columna La moviola en El Sol De México.]

01 “Quebranto” de Roberto Fiesco

Un detallado relato agridulce sobre los golpes de la vida y la resistencia. Un híbrido documental sobre el cine y sus entretelones y un homenaje genérico al cine de la mujer en desgracia de la cinematografía nacional. Heredera de Santa y las rumberas , además de un homenaje a la estética de lo esperpéntico.

02 “El diablo entre las piernas” de Arturo Ripstein

La musicalidad verbal vuelta sorna y una clara vocación de la estética de lo jodido. Lo feo vuelto arte en todos los sentidos.

03 “La libertad del diablo” de Everardo González

Un testimonio desgarrador con la mirada más subversiva ante un problema lacerante : la mirada del otro.

04 “Sueño en otro idioma“ de Ernesto Contreras

Una romántica fábula de amor a la vida, la tradición y al lenguaje, cargada de realismo mágico.

05 “Nuevo orden” de Michel Franco

Una incomprendida metáfora cinematográfica de universo distópico. Su rechazo en redes demuestra dos cosas : la tribuna sin biblioteca y un México que brama por el regreso al paternalismo. Pueden existir filmes mejores, aún y cuando su calidad no se puede poner en duda, pero hay que poner la mira en los ataques y por eso, la ubico en mi lista.

GONZALO “SAYO” HURTADO

[Periodista y crítico de cine. Fue subeditor de la revista “Movistar TV” y editor de su página web. Editor de la revista para tablets “Plus TV Magazine” y de la publicación de estilos de vida “Asia Sur”, además de colaborador de las revistas “SOHO Perú” y “CineToma”. Actualmente es corresponsal de la web “Cine para llevar”, editor del Fan Page “Cinensayo” y crítico en la revista “Cosas Perú”.]

01 “Te prometo anarquía” (2015) de Julio Hernández Cordón:

Este director guatemalteco explora el devenir de dos jóvenes skaters de una tribu urbana desde su afán por ganarse la vida con la venta clandestina de sangre y su reprimida ambivalencia sexual. Mirada que apunta a un sentimiento/país desde la represión y ambigüedad de personajes que buscan su propia expresión más allá de una idea de nación incómoda y disfuncional.

02 “La libertad del diablo” (2017) de Everardo González

Con un imaginario visual poético y desgarrador, este documental confronta a víctimas y victimarios de la narcoviolencia en México, ofreciendo una memoria que transita entre la desesperanza y el impacto de una realidad que muchos prefieren cómodamente ignorar.

  1. Días de gracia” (2011) de Everardo Gout:

Notable crítica a la corrupción policial imperante desde la involución de un agente policial a   gánster entre el fervor popular que sigue a la selección mexicana entre 3 copas del mundo. El aplicado ejercicio de género y el montaje discontinuo aceleran el proceso de caída libre de su protagonista.

  1. Tempestad” (2016) de Tatiana Huezo:

La directora salvadoreña desciende al infierno de la trata de personas y de la corrupción sistemática en México para darle voz a mujeres víctimas de estas lacras sociales, ello sin renunciar a la idea de poner un repertorio de imágenes construidas desde claro oscuros que sugieren la búsqueda de libertad desde lo negro de la realidad.

05 “Roma” (2018) de Alfonso Cuarón:

Multipremiada y con una envidiable exposición mediática desde la plataforma de Netflix, la introspección del director al entorno de su propia niñez y a una sociedad efervescente y explosiva, encuentra un interesante correlato con el género del melodrama clásico mexicano, explorando en él para ofrecer una mirada reveladora sobre la herencia colonial que pesa sobre una trabajadora del hogar.

ALEJANDRA LOMELÍ

[Editora de base de datos en Tomatazos]

Un recuento de lo mejor del 2020

01 “Sin señas particulares

Una película desgarradora, pero necesaria. Fernanda Valadez plasma con pulso firme el horror que atraviesan los familiares de personas desaparecidas a través de Magdalena, una madre que inicia un peregrinaje por los lugares más sórdidos del país para conocer el paradero de su hijo luego de que dejara su hogar con la intención de cruzar la frontera de Estados Unidos, un personaje interpretado poderosamente por Mercedes Hernández. Tenemos aquí un filme de denuncia, pero sin perder de vista su función narrativa. Con un muy buen manejo de los primeros planos y una difusa profundidad de campo que resulta bastante significativa, “Sin señas particulares” es una gran metáfora de la escalada de violencia en un territorio dominado por el crimen organizado, una realidad monstruosa en la que el diablo se ha encarnado.

02 “Las tres muertes de Marisela Escobedo

No es fácil ver un documental como éste, sin embargo, las emociones que mueve en el espectador el trabajo de Carlos Pérez Osorio cumplen con el objetivo de sensibilizar y hacernos reflexionar sobre el por qué es necesario tipificar las muertes violentas de mujeres por razones de género como feminicidios.

Es cierto, “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, es la crónica de una injusticia y la prueba de la ineptitud del sistema judicial, pero también es un trabajo que da voz a una mujer cuya lucha no debe ser olvidada.

Es un documental de investigación periodística impresionante.

03 “El baile de los 41

Con cada nueva película David Pablos va evolucionando como director, ”El baile de los 41” no es la excepción, sumergiéndose de lleno en el drama de época con resultados favorables. Reconstruyendo a través de la ficción uno de los hechos históricos más sonados del México porfirista, pero prácticamente ignorado a través de los años, Pablos reivindica el primer momento en que se visibilizó la homosexualidad en el país, quitándole el morbo con que fue tratado por los medios de la época, enfatizando en el carácter clandestino de las fiestas de los aristócratas y la opresión que les significó ser descubiertos. Con una factura visual elegante, técnicamente perfecta, una cautivadora ambientación y actuaciones sorprendentes, “El baile de los 41” fue una de las gratas sorpresas del último bimestre del año.

  1. Nuevo orden

Nuevo orden” es cine provocador, y eso no es malo, de hecho, para mí, ese es su mayor logro. Aprovechando la libertad que le dio ubicarla como una distopía, Michel Franco imaginó el país con un orden social invertido y para conseguir impactar realizó secuencias francamente perturbadoras. No es una película que yo considere redonda, para mí no tiene una fuerza discursiva clara, sin embargo, aplaudo su audacia visceral.

NANCY MORA

[Periodista desde hace 19 años. Directora general de Revista Encuadres, medio especializado en cine nacional e internacional que ofrece contenidos multimedia. También ha escrito artículos de cine en la revista Gatopardo y en Tomatazos, además de participar en El Rincón del Criticón del programa Filmofilias de Radio Fórmula.]

Es un poco complicado pensar en toda una década de cine mexicano y elegir solo cinco títulos que se hayan quedado por siempre en mi memoria, sin duda, mis buenos recuerdos de la última década superan esta lista, he tenido que dejar algunos títulos fuera, pero al fin me decidí por esas cinco películas que han sido mis favoritas de 2011 a 2020, se las comparto por orden cronológico:

La Jaula de Oro” de Diego Quemada-Diez | 2013

La ópera prima de Diego Quemada-Diez toca el tema de la migración desde la mirada de tres adolescentes, que sin ser actores profesionales, Brandon López, Karen Martínez y Rodolfo Domínguez nos regalan memorables actuaciones, no por nada los tres fueron premiados en el Festival de Cannes. Aunque existen innumerables películas que han abordado este tema, “La Jaula de Oro” es una película sutil, el director no apela a la violencia explícita para dejarnos ver lo compleja y trágica vida de quienes arriesgan todo por el llamado “sueño americano”, en cambio nos muestra una historia que nos confronta a través de sus imágenes, sus diálogos, sus silencios y la intensidad de sus emociones.

Tempestad” de Tatiana Huezo | 2016

En la última década el género documental ha cobrado gran fuerza, ha dejado de lado el formato acartonado de entrevistas y testimonios para enriquecerse con una narrativa que llega a ser poética gracias a su fotografía, el sonido y la música, que acompañan las impactantes historias reales, sin duda, “Tempestad”, de Tatiana Huezo, es un claro ejemplo de lo anterior. Las historias de sus protagonistas son desgarradoras, bien podrían sumarse a la larga lista de injusticia e impunidad que existe en nuestro país, sin embargo, Tatiana Huezo va más allá, no busca victimizar, lo que logra es visibilizar y sensibilizar, una road movie que entrelaza las voces de Miriam y Adela mientras recorremos el país de norte a sur y nos contagiamos inevitablemente de ese miedo que nos ahoga, pero que también nos hace reconocer la valentía de dos mujeres que podemos ser cualquiera de nosotros.

Sueño en Otro Idioma” de Ernesto Contreras | 2017

Esta entrañable historia se ha quedado en mi memoria por diversas razones: por el amor que trasciende el tiempo, por el rescate de una lengua milenaria, el zikril –que fue inventada exprofeso para la película- por la hermosa cosmovisión creada para contarnos como sus protagonistas rompen con los usos y costumbres de una pequeña comunidad -y con las propias- para entenderse a través del lenguaje del amor. Sin duda las actuaciones de Eligio Meléndez y José Manuel Poncelis conquistan nuestro corazón, al ver a dos personajes luminosos que después de no dirigirse la palabra en 50 años encuentran la manera de llevar su amor más allá de la vida misma. La dupla de los hermanos Ernesto (director) y Carlos (guionista) Contreras culmina en una película bella, entrañable, perfecta. 

Vuelven” de Issa López | 2017

En las últimas décadas el cine mexicano de terror no destacaba ni por su calidad técnica, ni por su narrativa (se me hace muy arriesgada tu aseveración), pero de repente aparece Issa López para revitalizar el género, para confirmarnos que el horror se puede manifestar de múltiples maneras. “Vuelven” aborda el tema de la desaparición forzada vista desde los ojos de los niños, su imaginación y su valentía, esos niños que se quedan solos en un contexto marcado por la violencia brutal pero real que se vive en México. Una historia cercana y dolorosa contada desde la honestidad, el miedo, pero también el coraje y el amor. Una película que mezcla la ficción con el terror y la fantasía para sensibilizar al espectador. No por nada fue alabada por Guillermo del Toro y Stephen King.

Cómprame un Revólver” de Julio Hernández Cordón | 2018

El director nos presenta en un escenario postapocalíptico -que se siente tan cercano- la historia de “Huck”, una niña de 8 años y su padre, un adicto que lo que más desea es proteger a su hija, porque después de haber perdido a su mujer y a su otra hija sabe bien que en ese lugar ser mujer es una condena de muerte. La historia puede sonar común en medio de tantas historias sobre desaparición forzada, narcotráfico y muerte, sin embargo, “Cómprame un revólver” nos muestra este escenario desolador, cual horda salvaje, y lo contrapone con el valor de una pequeña niña que además de ser ella quien cuida al padre, tiene una valentía que la empodera y le permite sobrevivir en un mundo tan fallido y nefasto como en el que vivimos actualmente. El director hace un digno homenaje a las aventuras de HuckleberryFinn, a Los Niños Perdidos de Nunca Jamás y a “Mad Max”.

AJ NAVARRO

[Apasionado del séptimo arte, Licenciado en Ciencias de la Comunicación por parte de la UNITEC Marina-Cuitláhuac, colaborador en varios medios como Oculus Todo el Cine, Unplugged News, Frecuencia Geek, Criticinema, Cine Geek, entre otros con tres años en este fascinante medio del periodismo cinematográfico donde he tenido la oportunidad de cubrir festivales diversos como Macabro, Morelia, Mórbido, entre otros. Amante del cine de terror y lector empedernido.]

Nunca es fácil escoger un top de cintas, mucho menos cuando abarcan un período de tiempo tan extenso donde lo que uno ve lo va sorprendiendo y a veces decepcionando en el camino. Está vez, en una difícil misión y gracias a la invitación de Irving Torres Yllán y de cineNT, les comparto mi breve top de cinco cintas del cine mexicano durante los últimos 10 años que me parecen de lo más destacadas.

05 Vuelven”  de Issa López (2017)

La directora Issa López entró de lleno al cine de género en México con un relato que más que plantear un terror sobrenatural, muestra el horror de la realidad de una infancia que parece perdida en medio de un país cuya ola de violencia ha causado que tengan que luchar por sobrevivir.

López plasma en “Vuelven” un relato lleno de cierto realismo mágico donde la imaginación de una niña y la lucha de otros pequeños para sobrevivir por su cuenta en medio de un pueblo donde la violencia y el narcotráfico son pan de cada día una historia que más allá de estos elementos se convierte en una crítica a esa pérdida de la inocencia que se sufre debido a las olas violentas que hacen que niños crezcan sin padres y sus sueños se enfrenten a una cruda realidad gracias a su imaginación y los relatos donde los Tigres no tienen miedo.

A pesar de que puede mostrar un tema un tanto desesperanzador, la cinta nos regala un aire de belleza, de luz en medio de toda esa oscuridad que parece cernirse en una sociedad que lucha constantemente contra ese panorama de violencia y desapariciones de una manera mágica y hasta escapista mostrándonos que el verdadero miedo está entre nosotros.

04 “Las Niñas Bien” de Alejandra Márquez Abella, (2018)

Tomando los escritos de Guadalupe Loaeza acerca de unas mujeres de la clase alta y su forma y estilo de vida en los años 80, Márquez Abella nos presentó una cinta de época bien ubicada donde la guerra de clases, la crisis económica y la frialdad de este mundo lleno de intereses propios son la base de este estupendo drama.

Aunado a ello, la actuación de Ilse Salas como Sofía, aquella mujer alfa que teje y maneja el círculo social al que pertenece y que poco a poco se derrumba a su alrededor, le da una fuerza a la cinta de esta gran directora como pocas películas mexicanas. Eso, aunado a una gran ambientación y diseño de vestuario así como unos diálogos mordaces, hacen que el filme sea frío, crudo pero muy realista.

Es así que estas niñas bien se convierten en un ejemplo de los aires de cambio, de un clasismo sistemático que cambia conforme a los caprichos de unos cuantos sin importar los demás, en unos tiempos tan duros como lo fue el de la crisis económica  de 1982 donde el peso iba a ser defendido como perro, pero salió corriendo con la cola entre las patas, llevándose a algunos entre ellas.

03 “Güeros” de Alonso Ruizpalacios (2014)

La magia de esta cinta de Ruizpalacios recae en que, en esencia, es una pequeña oda a la que sin duda es una de las ciudades más caóticas, surreales pero a su vez muy bellas y llenas de diversos matices que existe en el mundo: la Ciudad de México.

A través del relato de Tomás (Sebastián Aguirre) y sus hermano, Sombra (Tenoch Huerta), con el cual vive en la ciudad ya que su madre no puede lidiar con él, Ruizpalacios presenta un filme mitad road movie mitad existencialistas donde viajamos por un día a través de la extravagancia de esta urbe con pláticas interesantes que nos muestran una radiografía de este lugar.

Atreviéndose por momentos a romper la cuarta pared de la ficción y con unos aires de comedia que rodean esta pequeña aventura citadina pintada de blanco y negro “Güeros” resulta ser una experiencia como pocas en el cine mexicano, donde además le da voz a una visión muy peculiar a la ciudad, que nos lleva desde los recovecos de Ciudad Universitaria hasta lo lado fresa del Centro.

02 “Sueño En Otro Idioma” de Ernesto Contreras (2017)

La importancia de las lenguas y la barrera del idioma son los principales motores para esta particular historia de dos viejos amigos que, por un pleito que tuvieron desde jóvenes, no se hablan. El problema es que ellos dos son los únicos pobladores que hablan una lengua que está a punto de extinguirse.

Ernesto Contreras nos regala en “Sueño en Otro Idioma” una cinta con mucho corazón que toca el tema de la homosexualidad, las culturas indígenas y la brecha que una lengua puede imponer así como el sentido de una amistad que a pesar de los años y las diferencias, es una por la que vale la pena redimirse porque nunca es tarde para perdonar.

Esta película es otra de esas bellas propuestas que pocas veces se ve en el cine mexicano comercial, una que nos muestra visiones diferentes a las ya acostumbradas y vistas hasta el cansancio en la industria. Tan interesante es lo que propone el relato de Contreras en fórmula y fondo que ganó varios premios Ariel, siendo una de las cintas más memorables de los últimos años.

01 “Sin Señas Particulares” de Fernanda Valadez (2020)

De repente llegan películas que son oportunas, que hablan de un tema que da para relefexionar y lo hace de maneras muy interesantes, crudas, amargas para enfrentarnos a la triste realidad de la gente que prácticamente no tiene voz o de los casos y luchas que de repente no son escuchados con fuerza suficiente, esos reclamos donde las desapariciones y la violencia hacen estragos en una familia.

Fernanda Valadez llegó este año a Morelia con “Sin Señas Particulares” para contarnos la lucha que hace una madre por saber si su hijo, que se fue de migrante a los EEUU pero parece haber desaparecido, sigue vivo o fue víctima de la violencia que rodea al país al querer cruzar la frontera.

Con una actuación desgarradora de Mercedes Hernández, el relato de Valadez nos muestra las penurias detrás de unos de los problemas más olvidados o poco atendidos por los gobiernos y autoridades: las desapariciones forzadas. Vemos paso a paso cómo va desde la esperanza a la pérdida, de la fuerza a la flaqueza y a una revelación final brutal que deja una herida abierta en la audiencia, donde inevitablemente el espectador queda sacudido por una resolución difícil pero bastante verosímil de este camino doloroso que una madre vive, un eterno viacrucis que además parece no tener solución ni mucho menos un final feliz.

PEDRO PAUNERO

[Novelista y ensayista, Paunero es uno de los pocos intelectuales reales que tenemos en México, dueño de una narrativa privilegiada que invita a la imaginación y a la reflexión. Sus novelas más recientes son “Señor de las máscaras” y “Una cierta hecatombe” ambas editadas por Camelot América.]

En la segunda década del siglo XXI mexicano, el cine, escaparate aumentado de lo real donde los haya, demostró que una situación nacional insostenible de violencia y muerte, corrupción política y social, narcotráfico, trata de personas y desapariciones de miles de víctimas, se había apoderado de su temática principal. Prácticamente no hubo un año que no nos diera una película que tratara alguno de estos aspectos, bajo alguna forma, incluyendo la comedia –ya fuera con un humor ramplón (“Rescatando al soldado Pérez” Beto Gómez, 2011), o el mexploitation más descarado (“El infierno” Luis Estrada, 2010)-, el documental y la ficción. Como siempre, este puede ser un listado parcial, pero gana en consenso, y no puede ignorarse el hecho de que sus títulos alcanzan una dolorosa catarsis, y que sus múltiples voces deben ser escuchadas.    

2011

Alucardos. Retrato de un vampiro” de Ulises Guzmán

Entre el hommage y el trampantojo, esta pieza extraña de ¿documental? ejemplifica la naturaleza del “fan”, donde cada pieza de culto es un elemento más de un ritual al que se debe como seguidor. Por lo tanto, el creador de tales piezas es capaz de ser divinizado –o por lo menos entronizado-, en un psicodrama iniciático tan aterrador como fascinante, por sus implicaciones.

Como buen “padre” de vampiros, Juan López Moctezuma (una de las voces más originales del Fantastique mexicano) no morirá, mientras sigan viéndose y disfrutándose sus películas, y tenga homenajes tan sentidos –y estrambóticos- como estos.

2012

Halley”  de Sebastián Hofmann

Halley”, de Sebastián Hofmann –como pasara con “Somos lo que hay”, de Jorge Michel Grau- no sólo probaba cómo las metáforas menos sutiles de la sociedad de consumo, en su contexto global, habían alcanzado a México desde hacía mucho tiempo, pero no se habían visto reflejadas, todavía, de forma tan contundente en el cine mexicano.

La forma del zombi nos era devuelta desnuda, como un símbolo físico del aislamiento social o del extrañísimo “Síndrome de Cotard” que, para el caso no importa, sino en la medida en que nos golpea la cara. El consenso es tan chocante como necesario.

2013

Heli” de Amat Escalante

El año 2013 dio al cine mexicano dos retratos de la situación de descomposición social del país, la brutal –pero honesta-, “Heli”, de Amat Escalante, y “La jaula de oro”, de Diego Quemada-Díez, con su relato sobre niños migrantes que parten hacia la “pesadilla americana”, de cuyo “sueño” hace mucho que los mismos estadunidenses despertaron.

Heli”, al otro lado de la frontera –de “este” mismo lado-, se nos presentaba a través de un par de preguntas: ¿cómo llegamos a esto, y cómo lo hemos permitido? La cuestión, como es obvio, no es fácil de responder. Para acercarnos –un tanto- a su oscura, como dolorosa naturaleza, nos queda este tipo de cine.   

2014

Carmín Tropical de Rigoberto Perezcano

Un thriller mexicano para el Siglo XXI. Su trama ha sido arrancada de la urbanidad –la región geográfica prototípica del Film Noir-, y trasplantada al trópico. Eso no es todo. Aquí no hay una “femme fatale”, ni el dinero como móvil del crimen. Tampoco el fatalismo que mueve a los seres del Noir en forma más pura.

Su personaje principal es un “muxe” que vuelve a Juchitán, Oaxaca, a investigar por sí solo el asesinato de una amiga. Los datos escondidos jamás se revelan, y esa es la mayor cualidad de la película. 

2015

Güeros” (Alonso Ruizpalacios)

Según los Monty Python, el mejor chiste del mundo sólo se cuenta de boca a oreja, jamás en voz alta; siguiendo este postulado inteligente, en “Güeros”, la música de Epigmenio Cruz -que alguna vez “hizo llorar a Bob Dylan”-, que sólo se oye con audífonos (y jamás la escuchamos en la película), es el pretexto para poner en marcha una Road Movie citadina en la que no faltan las alusiones implícitas al clásico “Los Caifanes” de Juan Ibáñez, con algunos divertidos hilos de metacine auto referencial, en cuanto al quehacer cinematográfico nacional.

Las odiseas urbanas son tan antiguas como el “Satiricón”, y pueden volverse tan líquidas, ya en la hiper modernidad, como en “Ojos bien cerrados”. En la decepción de conocer a tu objeto de veneración, bien cabe una de esas odiseas mexicanas, la de estos “güeros” y no tan güeros del título.   

2016

Tempestad” de Tatiana Huezo

Otra vez el territorio. Otra vez el país como un cuerpo tendido en la morgue, como con una herida jamás cerrada. Una Road Movie de lo real. En el viaje que las dos protagonistas realizan –una acusada injustamente, la otra en busca de su hija-, cabe el espanto acurrucado en cada kilómetro, en cada retén, en cada gota de lluvia o lágrima.

El gris del cielo tiñe las vidas –y los recuerdos de los muertos y, peor aún, el de los desaparecidos, aquellos que están en un limbo, sin estar vivos ni muertos-, en un México que se revela como geografía del dolor, en este documental que fue un parteaguas para reacomodar las categorías en cuanto a premiar documentales y no sólo películas de ficción.

2017

La libertad del diablo” de Everardo González

Sus imágenes acuchillan la retina. ¿Qué es esto que vemos? ¿Por qué estos enmascarados, cuya personalidad parece haber sido anulada con un propósito cinematográfico, es decir, puramente visual? Luego el oído es penetrado por la contundencia. El “punctum”. Sin ambages, sin contemplaciones. Una daga sónica. Hablan las víctimas. Un cuchillo de obsidiana, letal. Hablan los victimarios. Entonces comprendemos el por qué ocultar esos rostros.

El narcotráfico. La hiper violencia. Por primera vez no se toma partido. Aquí hay catarsis, en la manera en que la podían experimentar aquellos que participaban de un “Auto da Fe”, no queriendo involucrarse, pero sin poder apartar la mirada.

La sangre así, es de todos nosotros.  

2018

Roma” de Alfonso Cuarón

Incluir “Roma”, de Cuarón, en este listado, no es ni una obviedad ni un “pase de cortesía”. Aun cuando se despojara a la película de todos sus méritos, es históricamente importante por haber abierto el debate que se dirimirá muy pronto en la Arena de la exhibición: Streaming vs Salas de cine o, mejor dicho, al revés.

Por lo demás, esta película es pura nostalgia, crítica social explícita, y puro “cine de poesía”, como dijera Pasolini.  

2019

La camarista” de Lila Avilés

La regla del juego” (La règle du jeu, 1939), de Jean Renoir, y “Muerte a la medianoche” (Gosford Park, 2001), de Robert Altman, mostraban sociedades fuertemente estratificadas –la clase alta y los sirvientes- que compartían, no obstante -y a pesar de sus diferencias-, los mismos vicios. En “La camarista”, los personajes son menos complejos, pero no por ello sus aspiraciones vitales son menores.

En la historia de la camarista Eve, la invisibilidad a la que obligan ciertos trabajos se revela necesaria para que exista una casta privilegiada, plena en comodidades. Eve vive fragmentos de vidas ajenas a través de los objetos olvidados por los huéspedes. Pero, en una sociedad políticamente correcta –es decir, hipócrita-, donde la amanerada superficie es todo, el fondo sigue siendo el mismo. De esta manera, la situación de algunos empleados sigue siendo esclavizante, a pesar de las buenas maneras con las que son tratados.

Y, a Eve, sólo le queda permanecer en el mismo piso estancado de la meritocracia, o escapar por la puerta grande (la gran entrada del hotel, en este caso), esa que está prohibida a los empleados, separándolos en una sub categoría humana, y a la que, quizá, jamás conocerán.           

2020

Ya no estoy aquí” de Fernando Frías de la Parra

Ya no estoy aquí”, situada en los infaustos años de la inútil Guerra Contra las Drogas en México, prueba cuánto daño hizo antes, durante, y ha hecho después el narcotráfico, sin importar quién paga las consecuencias.

Los “Terkos”, una banda de adolescentes pertenecientes a la tribu urbana regiomontana “Kolombia”, sólo desean bailar la cumbia rebajada -un subgénero de la cumbia creado en Monterrey-, pero se ven irremediablemente inmiscuidos en la vorágine de muerte de los pandilleros más experimentados. Con su vida en peligro, Ulises, de tan sólo diecisiete años y líder de la banda, es obligado a migrar a Queens, N. Y., en donde se encontrará con ciertas dificultades en su periplo, y un romance incierto, que no terminará de nacer. 

La película muestra cómo los símbolos de identidad unen a los grupos más allá de las fronteras, y cuán orgullosos y cohesionados pueden sentirse sus integrantes (un medio de supervivencia), a pesar del entorno hostil. Sus personajes son altamente entrañables, a pesar de que sus vidas se nos muestren siempre medio hechas, con todo y lo fatal que parece revelarse en su destino, como en el horizonte final de la película.

RUBÉN PINTOS

[Rubén Martínez Pintos escribe en Tomatazos, Revista Cinefagia, Cinema Movil, Cámara Salvaje, Cinema Inferno.]

González, Falsos Profetas” de Christian Díaz Pardo

Harold Torres generalmente se encuentra atrapado en papeles secundarios, en arquetipos de tipo rudo o de barrio. Aquí interpreta a un hombre con dilemas reales y comunes que muchos habitantes de la gran ciudad de México pueden comprender. La premisa y desarrollo de esta pieza se aleja de los lugares comunes de otras ficciones nacionales. Si bien hay una crítica al sistema de control de masas llamado religión también hay una mirada franca a la solitaria odisea que conlleva sobrevivir en una ciudad tan fría e impersonal. Una verdadera anomalía que pide ser descubierta por más espectadores.

Ana y Bruno” de Carlos Carrera

Ya que hablamos de películas que rompen el molde en el cine mexicano no se me ocurre mejor ejemplo que “Ana y Bruno”. La cinta animada de Carlos Carrera desafía cualquier convencionalismo, tanto del cine animado como del drama hecho en México. Un retrato brutalmente honesto sobre la perdida y como seguir adelante. Son pocos los proyectos fílmicos nacionales que se atreven a confrontar a la audiencia desde sus primeros minutos y los resultados aquí vistos son increíbles.

La Libertad del Diablo” de Everardo González

Era un hecho que un documental que busca abordar el tema de la narcoviolencia sin rodeos o pretensiones de análisis de noticiero nocturno dejaría a muchos bastante enojados. Los rostros cubiertos de sicarios, soldados, policías y ciudadanos son imágenes que buscan más que un mero shock. Todos los presentes quedan en igualdad de circunstancias y con ello se pierde la necesidad de ponerle bigotes a los villanos. Todos son mexicanos, todos viven en el mismo país y todos tienen en común una violencia y una barbarie que desafía ya toda explicación.

El Guardián de la Memoria” de Marcela Arteaga

En una línea similar el hablar de narcoviolencia es hablar de un genocidio a gran escala perpetrado por autoridades y criminales con total impunidad. El término “delincuencia autorizada” es usado aquí y define a la perfección la situación que vivimos desde 2006. Lo que en otras latitudes causaría escandalo acá se ha vuelto una rutina que nos vuelve indiferentes a todos. Es urgente que esto cambie o a la larga no quedará rastro de humanidad en nosotros. “El Guardián de la Memoria” es entonces algo más que mero cine de denuncia, es cine que exige nuestra atención.

Bellas de Noche” de María José Cuevas

Una etapa del México popular irrepetible mostrada con todas sus aristas. Mujeres que tenían el mundo a sus pies y que se adueñaron de los corazones y fantasías de muchos hombres. Esta reivindicación de estas bellas damas de la noche y del ayer es también una celebración de todo lo que las rodeaba, el cine y televisión de un tiempo que era por igual más inocente y a su modo bastante temerario. Todo lo contrario, a la época tan cínica y esquizofrénica en la que vivimos.

FRANCISCO JAVIER QUINTANAR POLANCO

Hola querido lector: ni nombre es Francisco Javier Quintanar Polanco, y soy crítico y periodista cinematográfico. Escribo para diversas publicaciones y portales especializados en cine tales como el portal Tomatazos; la revista electrónica Cameo; la página web Revista Encuadres; y colaboro además en la sección Escenario del diario La Crónica de Hoy. Esporádicamente, contribuyo con artículos para Revista Cinefagia; F.I.L.M.E. Magazine e Indie-Rocks!

Por mi amor por el cine mexicano (el cual en ocasiones es mal correspondido y en otras pareciera más bien una relación tóxica); el director general de CineNT me invitó a colaborar con una breve lista de los mejores filmes mexicanos de la década. Una tarea nada fácil, ya que la lista de producciones que merecen figurar es extensa y era difícil elegir. Finalmente, me he decantado por estos 5 títulos, por las razones que menciono y que acompañan a cada uno de ellos:

01 “Miss Bala” de Gerardo Naranjo (2011)

Sobre la presencia e influencia del crimen organizado en nuestra sociedad se ha escrito y se ha filmado mucho. Pero pocas producciones han logrado capturar la incertidumbre, la angustia y la impotencia del individuo al enfrentarse a la ominosa pinza formada por la criminalidad y la corrupción de las instituciones; mostrándolo con la crudeza, intensidad y atmósfera ominosa con que lo hizo esta película de Gerardo Naranjo. Favor de no confundir con su horrible remake del 2019, estelarizado por Gina Rodríguez.

02 “Carmín tropical” de Rigoberto Perezcano (2014)

Perezcano ya había demostrado poderosas cualidades narrativas en “Norteado”, su primer largometraje de ficción. Dichas cualidades son maximizadas aquí, para desarrollar un filme que se balancea entre lo detectivesco y el thriller, para narrar la historia de una persona transgénero quien trata de averiguar la identidad del asesino de su mejor amiga, y cuya búsqueda le lleva a un viaje de introspección, en el cual el amor y el odio aparecen juntos continuamente, y donde transversalmente se habla de temas como la intolerancia, el machismo y la homofobia.

03 “Sueño en otro idioma” de Ernesto Contreras (2017)

La cinta narra los esfuerzos de un joven lingüista por preservar el zikril, una lengua indígena que esta por extinguirse. Cuando descubre que los últimos dos hablantes de dicha lengua son un par de hombres enemistados por un suceso en su pasado, intenta reunirlos y que hagan las paces para conseguir su objetivo. A causa de ello, el pasado regresará a esos hombres para confrontarlos y atormentarlos, pero también para ayudarles a reconciliarse entre sí, al tiempo que (de modo sutil), convierte al espectador en testigo y cómplice de dicho suceso, en una narración de corte intimista, sensible y con pizcas de realismo mágico.

04 “Ya no estoy aquí” de Fernando Frías (2019)

Con un tratamiento análogo al de un documental, el relato protagonizado por el joven líder de una tribu urbana que habita en un Monterrey marginal y agobiado por los cárteles criminales locales, causó gran revuelo no solo gracias a su trama y a los tópicos abordados por ella; sino también a su inusitado éxito al ser estrenado por la plataforma digital Netflix durante los primeros meses de la pandemia y el confinamiento. Éxito que fue coronado por los múltiples galardones obtenidos en la pasada entrega del Ariel, y por haber sido seleccionado para representar a México en la próxima entrega del Oscar. Sin duda, una obra cinematográfica que se ganó a pulso su lugar en la historia del cine nacional.

05 “Sin señas particulares” de Fernanda Valadez (2020)

Es triste que uno de los mejores filmes de este complicado año gire nuevamente –y al igual que Miss Bala- en torno a las consecuencias que las actividades del crimen organizado han tenido en la población civil, en este caso enfocándose en las desapariciones forzadas que siguen ocurriendo a lo largo y ancho del país. Y en base a esta terrible realidad, Valadez nos presenta un profundo, duro y conmovedor relato de una madre buscando a su hijo desparecido tiempo atrás, y cuyas pesquisas nos llevarán -de la mano de su protagonista- a sumergirnos literalmente en la oscuridad; donde se suscitarán diversos encuentros y revelaciones inesperadas, al tiempo que la película confecciona una detallada radiografía sobre un tema que sigue siendo asignatura pendiente para nuestro gobierno y sociedad por igual.

KAORU RAISA

Mi respeto por el cine mexicano de calidad llego a partir del 2015, de forma que mi selección de películas es desde esa fecha. Hago mención a preciosos documentales como “La plaza de la soledad”, “El hombre que vio demasiado”; en la ficción “Los adioses”, “Sueño en otro idioma”, “La caja vacía”, “Noches de Julio”, “De la Infancia”, “Perdida”, todas fabulosas producciones aunque solo las listadas, me dejan un deseo de mirar una y otra vez sin cuestionar. Yo soy Kaoru Raisa, Lic. En actuación, script doctor y entre otras demasiadas cosas que satisfacen mi curiosidad cinematográfica. ja.

Sopladora De Hojas” de Alejandro Iglesias Mendizábal (2015)

Si, tiene detalles, si, es anecdótica pero el trasfondo de la historia, refleja la mentalidad no de un joven… de los hombres en general. La película me regaló una tarde extremadamente divertida, cada vez que la veo, sientes la interacción y química real entre cuates, el bullying por parejas, por miedos, por equivocaciones, despertar sexual, cada imagen es un meme mental… Todo está ahí, si creíste que no tuviste una buena secundaria. Vive lo que te perdiste con este film. Esta película es ese día, que hiciste de todo. Fabulosa.

Tamara Y La Catarina” de Lucia Carreras (2016)

Ángeles Cruz, recibió nominación por su trabajo en este film interpretando a Tamara. No solo por su extraordinaria manera de representar respetuosamente a una mujer con problemas psicológicos. La película tiene amor en toda su manufactura, cualquier residente de la CDMX se sentirá localizado en sus calles y pasando entre su gente; La directora confesó, para escenas filmadas en el centro de la ciudad, se utilizó una cámara escondida, con esto y otras cosas, lograron la crudeza y realidad de la metrópolis, abordando delicadamente el tema de la pobreza y corrupción con un tinte tierno, como una película de Disney podría lograr al conmover. Un Triunfo.

Las Niñas Bien” de Alejandra Márquez Abella (2018)

No es un secreto el deleite que me causa esta película. Amo la atención al detalle, la introversión de la cámara a la vida de Sofía, interpretada por Ilse Salas. Además de los temas económicos, banalidades e interés social y personal. El Filme se enfoca en hacerte sentir como un niño, un pequeño que choca y entiende su realidad, pero siente que ignorando o procrastinando la reacción, logrará salir airoso. Hay escenas tan fuertes que reflejan lo mencionado, desde la forma más sutil hasta la metáfora más obvia. Si no entendiste la película o te aburrió, en serio no prestaste atención… Eras ese niño, al verla… ¿Ahora ya sabes la razón?

La Camarista” de Lila Avilés (2018)

Si alguna vez, alguien te dijo que “Tu, a lo tuyo y ser el mejor en eso” concéntrate en tu trabajo y nada más te debe afectar, “pronto veras los resultados”. Esta película es para ti, No somos perfectos o capaces de mantenernos aislados por tanto tiempo, alguien en algún momento nos alcanza y nos distrae de la meta. ¿Qué es en realidad lo que sucede? La vida. Eso es la opera prima de Lila Avilés. Declaró tanta sencillez y fluidez en el discurso principal de Eve y se vuelve una flecha a tus memorias de fracasos laborales previos, bien podría considerarse falta de experiencia pero no quita la conexión inevitable que haces, con la comedia además involuntaria, da buen sazón a la historia. No puedes olvidar cuando te golpea el mensaje final, Es definitivo.

Cría Puercos” de Ehécatl García (2019)

Opera prima que recibió premios y críticas muy favorables… Y es que representar la tristeza y soledad, parece de lo más común sin embargo ¿Qué tanto te puedes sacrificar por tus hijos? ¿Acaso los padres serán mejores padres de sus nietos que de los hijos? Concepción Márquez interpreta la soledad, la vejez, la manera poco saludable de entregar amor por encima de aceptar nuestros propios conflictos. La directora acaricia de manera sencilla cada aspecto de la condición humana, problemas lógicos ante nuestros ojos aunque poco complacientes en nuestra propia vida. Aunque sea por elección.

LUIS TORIZ[

[Uno de los analistas que en ocasiones rompen las quinielas al no dejarse llevar por lo que la mayoría ve y defender cintas que le mueven de otras formas, honesto y fiel a sus principios siempre nos brinda una crítica honesta y, lo mejor, argumentada. Lo pueden leer en “C Desclasificando el Cine” y ver en el programa por internet “Oculus”]

Siempre he sido de la opinión que nuestro cine nacional se encuentra polarizado entre muy buen cine de autor y cine comercial que no pasa de la comedia situacional mediocre que repite fórmulas de otros países o bien, a los guionistas nos les alcanza la creatividad para escribir buenas comedias románticas que salgan de lo más ordinario.

Existen autores cinematográficos mexicanos que se la juegan y logran plasmar situaciones sociales de un país roto, quebrado por la violencia, divido por las ideologías y preferencias políticas, saqueado por los políticos y las creencias religiosas, pero también humillado por propio rechazo de nuestras raíces, de nuestros indígenas, de nuestra gente.

Debido a un anoréxico 2020 en cuanto a cine se refiere, mejor volteé a ver el cine nacional que nuestra industria nos ha dejado en estos últimos cinco años. Fue un reto bastante difícil porque amo muchas películas mexicanas como: “Tiempo compartido” de Sebastian Hoffman, “Roma” de Alfonso Cuarón, “Asfixia” de Kenia Marquez, “Esto no es Berlín” de Hari Sama… y muchas otras. Realmente fue un trabajo de pensar qué películas me dejaron huellas más fuertes que otras y aquí las que pasaron todos los filtros.

La jaula de oro” de Diego Quemada Diez (2012)

México siempre se  queja de lo difícil que es cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, de las acciones racistas o xenofóbicas que los gringos tienen en contra de los nuestros. Criticamos de forma ignorante a nuestro vecino del norte cuando nosotros mismos en nuestra frontera sur con Centroamérica repetimos acciones con guatemaltecos, nicaragüenses, etcétera.

Diego Quemada Diez logró hacer una película que lejos de todos los premios que logró y las nominaciones que acumuló, me conmovió en maneras que hacía mucho que una película no lo conseguía. El tema de la inmigración es uno de los más importante, pienso yo, en la agenda de México, tanto en la frontera norte y sur. Criticamos a los gringos por matar a nuestros paisanos, sin darnos cuenta que es casi un tipo de karma por hacer la vida imposible a gente centroamericana o por lo menos no hacérsela un poco más fácil.

Este viaje sobre el tren llamado “La bestia” que cruza todo México hasta la frontera con Estados Unidos, está lleno de sufrimiento, de amistad, de humanidad, dolor, pero sobre todo: de experiencias que solo una persona que tiene la necesidad de dejar su casa y  familia por una vida mejor, tiene. Creo que por esto “La jaula de oro” me impactó tanto, porque no trata de manera pedante el tema, tampoco su visión es socialmente pornográfica, se preocupa por ser lo más fiel posible a vivencias que solo estas personas pueden enfrentar.

¡Grandiosa película!

Güeros” de Alonso Ruizpalacios (2014)

Recuerdo alguna vez un viaje en coche con mejores amigos en ese entonces, gracias a que uno de los nuestros había muerto y debíamos ir a recoger sus pertenencias hasta Aguascalientes en un poblado llamado: Rincón de Romos. El viaje es hasta la fecha uno de los más importantes en mi vida por la misión que llevábamos, pero también por la nostalgia que me trae.

Alonso Ruizpalacios nos lleva a los cuatro puntos de la Ciudad de México de la mano con “El sombra”, Tomás, Santos y Ana. Un cuarteto que en busca de un cantante logran recorrer una ciudad que se encuentra llena de colores, anécdotas, luchas, promulgaciones, juventud y muerte que clama por ser reclamada. Nosotros al acompañarlos también vamos recordando: dónde nos enamoramos, nos peleamos y donde estudiamos, pero también las cosas por las que luchábamos en ese entonces. Al mismo tiempo recordando a esos amigos de cajuela de coche con los que forjamos lazos que, aunque nos alejemos por muchos años, nos siguen juntando a través de los años.

Güeros” es una de esas películas que me hizo valorar esa amistades, ahora ausentes, de aquellos que me acompañaron a través de uno de los dolores emocionales más fuertes en mi vida. Fue gracias a esas amistades que logré completar esa importante tarea, de cerrar un ciclo importante con el que fue mi hermano del alma y mi tío en familia. Es de esas películas que con su fotografía te hace volver a momentos, con la música te logra transportar a lugares y emociones y con su historia te hace recordar a amigos entrañables.

González: falsos profetas” de Christian Díaz Pardo (2014)

Muchos extranjeros dicen que cuando escuchan noticias sobre nuestro país,  piensan: “solo en México suceden esas cosas”. Pero no, estoy seguro que en todos los países suceden cosas raras, extrañas y fuera de lo común, solo que aquí suceden gracias a que el mexicano valora lo que el extranjero le trae, le ofrece y también, valora que estos mismos… le roben.

Me encanta esta historia porque retrata desde otro punto de vista a la sociedad mexicana. La plasma desde un lugar donde se expone su devoción, su religiosidad y fanatismo hacia cosas que cree son las correctas. Estas “inocentadas” se pueden volver bastante oscuras cuando hay líderes religiosos que abusan de su posición “espiritual” para violar, robar, manipular y llevar a sus seguidores a cometer hechos que en su sano juicio, sin estar manipulados, cometerían. “González: falsos profetas”, critica la forma en que el mexicano cree y lleva a cabo sus creencias religiosas, pero como también, muchas veces las traslada a las ideologías políticas, colocando en un lugar casi espiritual a un candidato o presidente en turno y que esto se convierta en un pretexto  para actuar en nombre de Dios, robar o justificar a un partido político o bien, criticar y juzgar al vecino por no encajar con tus ideales, cualquiera que estos sean.

Aunque el personaje de González funciona como mero pretexto para detonar la acción dentro de la historia, entre líneas podemos ver mucho de cómo piensa el mexicano, lo que defiende y por qué lo defiende. El fanatismo y la inocencia de nuestro pueblo gracias a su maleable y prehispánica forma de ser nos hace vulnerables, porque ya lo traemos en nuestro ADN, así nos lograron conquistar, robar y moldear… y aún creemos que eso es bueno, aunque nos tengan que destruir.

La camarista” de Lila Avilés (2018)

Seguramente se preguntarán porque no coloqué “Roma” de Alfonso Cuarón en lugar del trabajo de Lila Avilés. La razón es porque aunque el trabajo de Alfonso es excepcional y sigo impresionado por lo que logró con su película y Yalitza Aparicio, la verdad es que lo que está directora logró con su ópera prima es muy destacable, algo que a Cuarón le tomó muchos años y también un gran presupuesto.

La camarista” es mucho más realista en su trabajo de explorar y dialogar con esa clase trabajadora que no se da cuenta de su propia marginación y que luchan por salir un poco de ella. Todos los personajes dentro de esta historia tienen un motivo de estar ahí, pero el que realmente importa es el de Eve, una madre joven que lucha por subir de limpiar cuartos normales en un hotel a suites lujosas. Esas grandes aspiraciones  dan muestra de lo limitados que se encuentran en su visión de ellos mismos en este sector, que logran conformarse con ligero ascenso que los haga ganar mil pesos más.

A mi gusto, plasmar lo anterior con los menores recursos posibles y una mejor historia, representa un mayor logro que el de Alfonso, que le tomó muchos años y muchas películas ubicarse en ese nivel de introspección. Esto sin duda pone a “Roma” como un trabajo pretencioso y pedante al lado de la sencillez de “La camarista”. Espero no mal entiendan este argumento, me sigue gustando “Roma” y su cuento de hadas doméstico clasemediero, es inevitable, pero pienso que en esta intención de plasmar el esfuerzo de este sector en su día a día, Lila  Avilés se gana mi respeto.

Sin señas particulares” de Fernanda Valadez (2020)

Tuve que dejar fuera “Sanctorum” de Joshua Gil por esta otra joya. No porque una sea mejor que la otra. Las razones van á como se aborda un mismo tema y un mismo país en distintas películas. Por un lado, “Sanctorum” discursa con el tema de las desapariciones y asesinatos desde una visión mucho más mística y romántica, arista que no le reduce en nada la violencia y crueldad implícita en los actos que otros seres humanos les hacen a otros por avaricia y dinero.  Mientras tanto “Sin señas particulares” es un trabajo mucho más crudo al tratar la violencia de manera directa, brutal y sin manera de que el espectador no  sienta miedo por lo cercano que se encuentra con esta realidad que corre en este momento en nuestro país. Fernanda Valadez impregna de dramas reales una historia sobre una madre buscando a su hijo adolescente con un trágico final que la hace desoladora e impactante al mismo tiempo.

Esta última película me dejó en un estado de shock por varios días, sin tomar en cuenta toda la introspección acerca de lo violentos que nos hemos vuelto y lo normalizada que está violencia se encuentra entre nosotros.

ISRAEL YERENA

[Para cerrar este conteo les presentamos la selección de una de las personas que cineNT confía cuando se trata de recomendaciones de cine de terror, gran apasionado del tema y conocedor no sólo de lo que se produce en el vecino país del norte sino de lo que se realiza en todos lados, le pedimos nos diera su top de lo que él considera el mejor cine de horror mexicano de la década. Su selección es para buscarse y disfrutarles. Lo pueden leer en la revista electrónica Encuadres, así como en el sitio “Demonstermash”.]

La región salvaje” de Amat Escalante (2016)

La región salvaje” del director Amat Escalante, es un maravilloso trabajo que sólo puede ser descrito como una hermosa pesadilla lovecraftiana, pues mezcla perfectamente los horrores de una criatura indescriptible con la pecaminosidad de los más exquisitos placeres carnales. Todo, en una atmósfera que recuerda a la clásica “Possession” de Andrzej Zulawski

En la película, un matrimonio inestable es víctima de un extraño ser, una criatura llegada a la tierra en un meteorito y capaz de desatar el más puro placer pero también el mayor dolor.

Belzebuth” de Emilio Portes (2017)

Con una mezcla entre la narco cultura mexicana y la fórmula estadounidense de cintas como “El conjuro” para generar miedo, el cineasta Emilio Portes presenta una trama tan interesante como aterradora, pues a través de imágenes blasfemas (como un Cristo poseído) o escenas bastante crudas que evocan el clima de inseguridad en México, “Belzebuth” es una cinta que equilibra muy bien el susto simple con la originalidad.

La película presenta a un trastornado agente (Joaquín Cosío) mientras investiga una serie de perversos crímenes, todos, al parecer relacionados con un culto satánico. Más pronto que tarde se verá inmiscuido en la lucha definitiva entre el cielo y el infierno.

Vuelven” de Issa López (2017)

Probablemente la cinta más bella de la década dentro del género ―pero no por ello la más aterradora―, pues esta obra de Issa López sólo puede ser descrita como un hermoso cuento de hadas transportado a los terrenos de un escalofriante relato de terror. Su trama, además de ser una dura crítica contra el narcotráfico y la corrupción, también presenta macabras y fantasmales secuencias que oscilan entre lo tierno y lo sombrío.

En la cinta, un grupo de niños ―huérfanos a causa del narcotráfico― debe escapar de una despiadada célula criminal. Junto a los pequeños se aloja una niña cuyo mayor deseo es ver una última vez a su difunta madre; un deseo que se cumplirá de la forma más escalofriante posible.

Feral” de Andrés Kaiser (2018)

Probablemente el proyecto más atrevido de la lista y de la década, ya que si bien el cine de terror en México no ha experimentado mucho en el subgénero del falso documental, Andrés Kaiser se atrevió a usar este recurso para contar una historia cruda, siniestra y asfixiante que deja al desnudo la parte más animal y natural del hombre.

La trama se sitúa en las montañas de Oaxaca, donde un sacerdote descubre a un niño salvaje y a quien convertirá en un proyecto personal para demostrar la utilidad de la fe como reinserción social. Para su desgracia, no sólo deberá enfrentarse a la naturaleza animal del infante, sino también a los prejuicios de la gente.

“Atroz” de Lex Ortega (2015)

El cine de terror no sólo se caracteriza por buenas historias, sino también por contenidos meramente morbosos y tendenciosos (olvidándose de una buena trama) que sólo buscan provocar incomodidad en el espectador. Ejemplos contemporáneos de esto son obras como “El ciempiés humano 2” o “A Serbian Film”, dos películas cuya mayor propuesta es mostrar cantidades enormes de excremento y sangre. Es esto último la razón por la que se incluye a la mexicana “Atroz” en esta lista, ya que si bien para nada es una buena película, demuestra que el cine nacional también tiene el potencial de crear filmes polémicos y perturbadores.

Lex Ortega dirige y protagoniza esta película (que en un inicio surgió como un cortometraje) donde se muestra el tormentoso pasado de un asesino serial. Un falso documental que muestra escenas bastante explícitas que gustarán a los amantes del bajo presupuesto y tramas pretenciosas.


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