Columnas
Cine de Arte o Cine Comercial: De los Nobles a Heli Sin Devoluciones
Hasta este fin de semana (29 septiembre 2013) la película mexicana más taquillera de la historia era Nosotros los Nobles dirigida por Gary Alazraki, la cual sumó, según la revista Forbes, para la primera semana de junio del 2013, ingresos por $322.4 millones de pesos y llevó a 7.17 millones de espectadores. Sólo habían transcurrido 11 años para que se rompiera el record impuesto por El Crimen del Padre Amaro de Carlos Carrera que era de $162.6 millones de pesos con 5.2 millones de espectadores. En la mente de todos se había instalado que tendrían que pasar muchos años para tener otro fenómeno en taquilla pero, de forma impactante, la Opera Prima de Eugenio Derbez, No Se Aceptan Devoluciones, llegó con todo en su primer fin de semana al meter a 3,366,071 de espectadores y $148,873,072 millones de pesos, según datos de CANACINE. Para su segundo fin de semana los espectadores ya sumaban 7.6 millones con lo que oficialmente ya era la más vista de México.
Sin importar la opinión se tengan de las dos cintas mexicanas más exitosas del año, en términos de ingresos económicos, lo cierto es que el fenómeno debe ser analizado y puesto en su dimensión. Ambas películas buscan al espectador mexicano, al asistente a las salas de cine, no buscan ser soberbias, altaneras, no buscan que el espectador las decodifique, simplemente desean que la gente las vea y disfrute sin mayor razón. No es casualidad las dos sean comedias y que las dos busquen al público que ve comedia televisiva.
¡Hola! Sandy Bell, caricaturas clásicas para nuevas generaciones
Toei Animation dio al mundo una serie de caricaturas que consiguieron convertirse en clásicas a pesar de sí mismas, como el caso de Candy, Candy, Dragon Ball Z y hasta Transformers. Uno de ellas es el título del que les estamos hablando hoy, ¡Hola!, Sandy Bell la cual se transmitió en 1981 y cautivó a audiencias de todo el mundo.
La caricatura maneja la estructura de muchas de la época, niña huérfana que tiene que tomar las riendas de su destino enfrentándose por el amor de un hombre ante una rival que la supera en alcurnia y prestigio. Nada nuevo bajo el sol así que, ¿cuál es el encanto de esta serie? La respuesta es sencilla, en esta ocasión la heroína se embarca a la búsqueda de su madre perdida mientras trabaja como reportera.
El Decálogo de Krzysztof Kie?lowski, obra maestra sobre la espiritualidad
Hablar de Krzysztof Kie?lowski es hablar de uno de los más grandes directores polacos de cine. Reconocido internacionalmente por las películas La Doble Vida de Verónica (La Double vie de Véronique/Podwójne ?ycie Weroniki 1991) y la trilogía de los colores, Azul (Trois couleurs: Bleu/Trzy kolory: Niebieski 1993), Blanco (Trois couleurs: Blanc/Trzy kolory: Bia?y 1994) y Rojo (Trois couleurs: Rouge/Trzy kolory: Czerwony 1994).
Pero antes de realizar esas cintas se enfrascó en una aventura épica para la televisión polaca, el hacer diez programas basados cada uno en los preceptos de los diez mandamientos de la religión judeocristiana y la forma en que pueden encontrarse e interpretarse en Polonia. Los diez programas suman 572 minutos de transmisión y son obras de culto en la actualidad.
El Reino de Lars Von Trier, un mundo sobrenatural
En 1994 se estrenó una miniserie que sacudió la televisión danesa, El Reino (Riget), creada por Lars von Trier y codirigida por él y por Morten Arnfred, la cual consta de dos temporadas, cada una compuesta por cuatro episodios o días. La serie narra los extraños sucesos que ocurren en la sala neurológica del Rigshospitalet de Copenhague, el principal hospital de la ciudad. Debido a su naturaleza, la estructura de la trama y su atmósfera ha sido catalogada como la Twin Peaks europea.
Los episodios que componen las dos temporadas de la miniserie son:
OK Computer cumple 15 años
ESTA SEMANA EN MI IPOD 9
Hoy, 16 de junio del 2012, han pasado 15 largos años desde que se lanzará al mercado el disco que mejor definiría toda la versatilidad de la música en los noventas, el OK Computer de Radiohead. Estaba tomando clases en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM cuando escuché por primera vez “Paranoid Android”, una canción que te sacudía y decía que algo se estaba reinventando. Radiohead me había gustado desde “Creep” y “My Iron Lung” pero fue en ese momento que me rendí ante ellos.
Saliendo de clases compre el cassette y lo escuché todo le camino a casa, toda la línea 3 del metro y una hora más de transporte público. El sonido me perturbaba pero a la vez me hipnotizaba, me hacía recordar el “Dark Side Of The Moon” de Pink Floyd y a la vez me parecía como si nada hubiera sonado así antes.