La Opera Prima como director del reconocido productor mexicano Luis Urquiza, Obediencia Perfecta, es una valiente cinta que denuncia los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos contra menores de edad, todo ello bajo el amparo y encubrimiento de altas autoridades religiosas. Una cinta sutil pero sin concesiones sobre el tema que no permite que el espectador quede impávido ante lo que ve en pantalla. Obediencia Perfecta está basada en el relato “El tercer grado de la obediencia perfecta" escrito por Ernesto Alcocer en su libro Perversidad (2007).
Julián crece en una familia religiosa y es enviado como alumno a la congregación de Los Cruzados de Cristo, un estricto grupo religioso que forma seminaristas bajo la tutela de su guía Ángel de la Cruz. Dentro de la institución pronto será testigo de situaciones extrañas que alcanzan su punto más alto cuando es elegido por el líder para vivir bajo su techo un año.
La película aun sin referirse por su nombre a Marcial Maciel tiene su sombra en cada detalle, en cada personaje, es indudable que lo exhibido en pantalla es una historia que involucra a Los Legionarios de Cristo y su fundador. El director no duda en dejar clara la relación entre el pederasta y el Papa Juan Pablo II, ahora elevado a la categoría de santo. Así como recordar que es el Papa Benedicto XVI quien lo retiró del mundo eclesiástico.
Obediencia Perfecta hace alusión al grado de sometimiento mental que una persona tiene ante otra persona, el dejar de pensar para uno mismo sino pensando en lo que la otra persona desea, adelantándose a sus deseos, mimetizándose con ella. Eso es aprovechado en la cinta para impedir denuncias y convencer a las víctimas de que es correcto lo que sucede.
Si bien la parte técnica de Obediencia Perfecta es sobresaliente, lo que se roba las palmas, la atención, es Juan Manuel Bernal quien nos brinda la que puede ser su mejor actuación en cine al encarnar a un ser oscuro, lleno de matices. Su interpretación sostiene la película, la hace creíble, la hace fuerte. No hay necesidad de escenas crudas o explicitas, un simple gesto en su mirada, una frase, pueden ser más demoledoras y Bernal lo logra.
La ambientación de la película es de lo mejor hemos visto en pantalla sobre cine de época mexicano, no sólo son los detalles de autos y ropa, también en el tono de fotografía, en los peinados. Una gran labor en este terreno. El retrato que hace sobre la vida en los seminarios, el ambiente de bullying, el uso dictatorial del poder, es un golpe al ánimo del espectador que sólo puede atestiguar sin poder hacer nada, excepto indignarse.
Alejandro Giacoman es el encargado de la música y en esta ocasión nos lleva por uno de sus mejores trabajos, temas que rozan lo místico y que en otros puntos muestran una influencia de Pink Floyd indiscutible. Es a destacar el uso del tema “Sympathy for the Devil” de Los Rolling Stones, la letra y la música se combinan con lo que pasa en pantalla y nos desnudan de una forma magistral la perversidad de Ángel de la Cruz.
Obediencia Perfecta, si bien no es perfecta en todo sentido, es una de las cintas más audaces e impactantes sobre el abuso sexual infantil, sobre la forma en figuras de autoridad abusan de su poder e influencia para salir impunes de sus actos cobardes. También es una dura crítica a una institución más preocupada en intereses mundanos que en espirituales y que permite que criminales operen impunemente, todo en nombre de ganancias terrenas sobre religiosas.
Los invitamos a ver el tráiler.
Obediencia Perfecta
Director: Luis Urquiza
Guión: Ernesto Alcocer / Luis Urquiza
Basado en el cuento “El tercer grado de la obediencia perfecta" de Ernesto Alcocer
Con: Juan Manuel Bernal, Sebastián Aguirre, Juan Carlos Colombo, Poncho Herrera, Juan Ignacio Aranda Y Luis Ernesto Franco
Estudio: Astillero Films
Distribuidor: Latam Pictures
Fecha de estreno: 01 mayo 2014 (México)
País: México 2014
Duración: 90 minutos