Quienes me conocen saben que evito ciertos actores, actrices, directores, que no provocan emoción en mí y que sólo me sirven para recordar cuanto detesto sus trabajos, tal es el caso de Cate Blanchett quien puede aburrirme al hastío con su rostro de palo que no me provoca nada, pero el saber esta vez compartiría créditos con Rooney Mara y sería dirigida por Todd Haynes en la cinta Carol, basada en una novela de Patricia Highsmith, me hizo verle, craso error… y el error no es Cate, quien da lo que esperaba de ella, sino el fatal trabajo del director que no logra hacer interesante la historia tiene entre manos, dedicándose a regodearse con su técnica, sus tomas impolutas, olvidando el contar la historia, alargándole hasta el hastío y languideciendo todo a su rededor.
Therese lleva una vida vacía, comprometida a casarse con alguien sólo por hacerlo, un día conoce en la tienda donde trabaja a una mujer que le impacta desde que la ve a lo lejos, Carol, mayor que ella y que está en proceso de divorcio. Ambas inician una amistad que les llevará a una escapada romántica que chocará con los prejuicios de la época, los Estados Unidos de la década de los 50s.