Tierra de Cárteles, el descenso a los infiernos mexicanos

Tierra de cartelesCuando Matthew Heineman escuchó de un grupo de ciudadanos que vigilaban la frontera Estados Unidos-México para tratar de impedir que cruzaran por sus terrenos narcotraficantes, el tema le pareció lo suficientemente atractivo para hacer un documental al respecto, su familia al poco tiempo le platicó de que en las noticias se hablaba de que en México un grupo de ciudadanos buscaba parar a los narcos en Michoacán, con la ayuda de un amigo logró entablar contacto con el grupo de autodefensas liderado por José Manuel Mireles. El resultado de su trabajo es el documental Tierra de Cárteles.

Tierra de Cárteles es brutal. Es revelador. Es un viaje al infierno. Es un trabajo muy difícil de ver, de asimilar, de soportar por momentos. El resultado en pantalla es un viaje a la pérdida de la inocencia, si bien al inicio cuando conocemos a las autodefensas de Michoacán pareciera que estamos ante los nuevos héroes, el desencanto ante sus acciones comienzan a permear todo, hasta llegar al final donde la desilusión se siente como una pesada capa que no suelta.

El gran acierto del director es la de no utilizar un narrador, dejando a las acciones, a los entrevistados por su cuenta, que sean ellos los que se expliquen y que muestren sus contradicciones sin necesidad de remarcarles con otro texto. Cuando al término del trabajo vemos que nada ha cambiado y no puede cambiar porque el círculo vicioso jamás se ha quebrado, sabemos estamos ante un gran trabajo.

El documental puede ofender a muchos, no es un trabajo que apueste por hacer un héroe, en lugar de eso lo desmitifica, lo humaniza, lo hace real. Se niega a cegarse ante los hechos y nos demuestra que los llamados salvadores en el fondo sólo luchan por sus intereses, por sus cosas, por tener ellos el poder.

Una gran opción. De lo mejor del 2015.

Tierra de Cárteles (Cartel Land)

Dirección: Matthew Heineman.

Fotografía: Matthew Heineman y Matt Porwoll.

Edición: Matthew Hamachek, Matthew Heineman, Bradley J. Ross y Pax Wassermann. Música: H. Scott Salinas y Jackson Greenberg.

Estados Unidos-México, 2015

98 minutos.


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