12 de enero del 2010, Haití sufre un devastador sismo que quiebra la ya de por sí frágil economía del lugar, el evento provocó un éxodo masivo de los habitantes a países cercanos para intensar sobrevivir, siendo Brasil uno de ellos, lugar donde fueron cobijados por Dilma Roussef, quien les dio visas laborales, humanitarias y, en algunos casos, permanente. Cuando se corrió el rumor de que Estados Unidos les permitiría optar por visas humanitarias, muchos de ellos iniciaron un largo peregrinar rumbo a Tijuana, México, como última escala antes de llegar a la tierra prometida. Para su infortunio, la situación se endurece a la llegada al poder de Donald Trump, dejándoles varados en México.
“Chèche Lavi”, documental de Sam Ellison, muestra el día a día de dos de ellos, dos amigos que van encontrando motivos para seguir adelante y luchar contra las adversidades. Una amistad que se pondrá a prueba cuando uno de ellos ingresa a los Estados Unidos y pronto es devorado por la dura política de criminalizar a todo aquel les parece sospechoso.
El trabajo logra transmitir la inseguridad de saberte un desconocido para los demás, donde la lengua usada no es la que se estila en las calles, en el país que se busca acceder, del que se viene. Una cinta que siguiendo a sus dos protagonistas nos adentra en las relaciones humanas, en los sueños, en la lucha por no perder esperanzas.
Visualmente la cinta nos descubre un Tijuana que a la par de aterrador y tenebroso, es cálido, lleno de paciencia y humanidad para el otro, donde todos los mundos se unen aunque sea para buscar escapar de ahí de cualquier forma.
“Chèche Lavi” es un documental que forma parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.