“Peleando por mi vida” luchando por no dormirme

El cine basado en historia de judíos que sobrevivieron a los malos malos malísimos nazis durante la segunda guerra mundial son uno de los temas favoritos de la comunidad en Hollywood, lo que les permite seguir el chantaje histórico que justifica las atrocidades que el Estado de Israel comete contra los palestinos en la zona. En ocasiones muy contadas, esas historias sólo son el telón de fondo para narrarnos algo más, como es el caso de “Peleando por mi vida” (The Survivor) que en realidad nos muestra como el amor puede ser el lazo se necesita para sobrevivir en las peores circunstancias.

Harry Haft se gana la vida en Norteamérica boxeando, sin lograr despuntar pero consiguiendo enfrentar a Rocky Marciano quien iba en ascenso en ese momento, situación que aprovecha para contar su historia a un periodista deportivo, al que confiesa que tuvo que luchar en los campos de concentración para salvar su vida, mientras lo impulsaba el recuerdo de su novia, la cual fue detenida al igual que él y a la que no volvió a ver y a la que busca aún de forma incansable. Años después, ya casado y con hijos, el recuerdo de esos días le lleva a confrontar sus decisiones.

 “Pelando por mi vida” es un ejemplo perfecto de lo que puede pasar al tener una historia interesante y emotiva cuando cae en las manos equivocadas, la historia de un hombre que se encuentra siempre sobreviviendo mientras no puede desprenderse del recuerdo de su primer amor y de cómo la vida te lleva por los caminos desea para que estes mejor, nunca logra atrapar al espectador, primero por un guión errático que abusa del flashback y de colocarle de forma arbitraria y sin sentido en muchas ocasiones, seguido por una dirección desatinada que nunca logra dar coherencia a lo narrado y una edición hecha por un carnicero principiante.

La cinta es protagonizada por Ben Foster, quien parece más preocupado por recordar el ridículo acento debe tener más que por dar una buena interpretación, siendo opacado completamente por sus antagonistas, un fascinante Billy Magnussen, quien da vida al oficial nazi que le acoge como su esclavo de ring, Danny DeVito y John Leguizamo se comen la pantalla cuando aparecen, aunque es poca su intervención, Vicky Krieps nos conmueve… pero al no ser más que personajes que giran alrededor de Foster no sirve de nada mientras él es incapaz de transmitir algo en esta ocasión.

Peleando por mi vida” se siente por momentos como un desesperado intento de conmover a las audiencias a través del cliché, de lo inverosímil, un burdo intento más de enseñarnos que la comunidad judía tiene la exclusividad sobre maltrato por razas en el cine y que eso les permite justificar sus acciones actuales contra Palestina. Por momentos entra en el verdadero mensaje de la historia, de como el amor nos permite sobrevivir a todo, pero se diluye hasta casi desaparecer, sepultado por una pésima manera de narrar las cosas.

Peleando por mi vida” es un melodrama innecesariamente largo, complicado, que nos hace añorar por momentos un episodio de “La Rosa de Guadalupe”, no por la profundidad sino por la corta duración de la misma. Sólo si eres amante de los dramas de judíos durante la Segunda Guerra Mundial o de las historias de amor lacrimógenas o de las cintas deportivas sin deportes.

Los invitamos a ver el tráiler.

Peleando por mi vida” (The Survivor)

Director: Barry Levinson

Guión: Justine Juel Gillmer

Con: Ben Foster, Vicky Krieps, Billy Magnussen, Peter Sarsgaard, John Leguizamo, Danny DeVito

Distribuidor: Diamond Films

Fecha de estreno: 27 abril 2022 (Estados Unidos) 18 agosto 2022 (México)

País: Canadá / Estados Unidos

Duración: 129 minutos


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