En septiembre de 2016 hubo cinco casos de feminicidio en Baja California, uno de ellos fue el de Cintia Calderón Verduzco, el cual fue documentado por el periódico Zeta sin que causará eco en otros lados, es esa nota perdida entre mil la que llevó a Javier Ávila a buscar información sobre el caso, conocer los archivos y a la madre y hermana de Cintia, creándose una complicidad que les llevaría a realizar un documental que narraría lo sucedido a la par que mostraba la indiferencia de aquellos que deberían buscar implementar justicia ante lo ocurrido. Ese es el origen del documental “Niña Sola”, el cual va más allá de ser sólo de denuncia para convertirse en un retrato de lo que viven día a día las mujeres envueltas en relaciones destructivas.
Teniendo como eje narrativo a Arcelia Verduzco, el trabajo nos lleva a una espiral de violencia, contradicciones, de secretos, de situaciones límite que nos lleva a cuestionar a la sociedad que perpetúa algunos estereotipos sin que existe en realidad, de forma clara y expedita, un apoyo moral y legal para romperles. Si bien pareciera que la narración de los hechos que vivió el día que se enteró de la muerte de su hija, al ir avanzando el metraje nos damos cuenta de que todo forma parte de un entramado siniestro, del cual ella busca escapar sólo para encontrar que en este país nadie puede escapar de nada.