Dentro de las películas cursis de este año tenemos a Todo lo que necesitas es amor, protagonizada por Pierce Brosman (Philip) y Trine Dyrholm (Ida), nos presenta como las relaciones humanas se deterioran en los momentos menos esperados de las maneras más dolorosas, sin embargo nunca llega a ser una melodrama. Desde la escena de la ruptura del personaje de Dyrholm con su esposo, los diálogos son a veces tan reales y exagerados que hacen reír aún cuando la situación no es cómica.
La historia es sencilla y si bien llena de clichés y lugares comunes, son los personajes los que hacen que la película se salve de ser una película más de amor y finales felices. La trama se desarrolla en los días previos al casamiento de la hija de Ida, durante el casamiento y los meses posteriores. Ida una mujer que está en remisión por cáncer de mama tiene un único propósito es seguir con la vida, disfrutar de sus hijos y esperar que el cáncer no regrese. Sin embargo, al llegar a casa se encuentra con que su marido la engaña. Todo esto a sólo unos días del casamiento de su hija y el envío a la guerra de su hijo. Durante el casamiento las cosas no salen como lo tienen planeado pero es precisamente el desastre matrimonial en el que Ida y Philip conectan.
Los personajes dentro de la película son una belleza. Ida, la madre, interpretada maravillosamente por Trine Dyrholm, es una estilista que después del cáncer sólo intenta seguir adelante, destrozada emocionalmente, siempre mantiene la cabeza en alto y pretende que todo está bien para no preocupar a nadie. Dyrholm interpreta a Ida con una fragilidad por momentos en los que nos damos cuenta su batalla contra el cáncer y al mismo tiempo la fuerza de intentar mantener una familia disfuncional unida. Un esposo que la engaña con la contadora completamente dentro del estereotipo de las güeras vacías y tontas. Un hijo que se va a la guerra y desprecia al padre, y una hija que pierde todos sus sueños en un par de días.
Philip, el padre del prometido de la hija de Ida, es un empresario frío, enfocado cien por ciento en su trabajo, distante de su hijo y en general de todos. Pierce Brosnan alejado de sus últimas actuaciones nos da un personaje desagradable, sólo al principio, pero también imposible de no simpatizar con él. Poco a poco la historia de Philip se desenvuelve y mucho es por la relación con Ida, quien entra en su vida de la manera menos esperada y logra conectar con un hombre quien ha alejado a todo mundo, incluso a su hijo.
Dentro de la familia, tenemos a la cuñada de Philip, una mujer desesperada por llamar la atención, que usa a su hija como simple herramienta para presentarse a ella como una buena madre que siempre lucha por su hija. Al esposo de Ida, un señor que con todo el descaro del mundo le echa en cara a Ida que la engaña porque también ha sido difícil para él. Los hijos de Ida son personajes pequeños pero logran conectar con el público, un hijo que se preocupa por su madre y es lo opuesto al padre; una hija que sólo desea ser feliz pero que pronto se dará cuenta que las cosas nunca son fáciles.
Dirigida por Sussane Bier, Todo lo que necesitas es amor es un deleite visual. Filmada en una hacienda done se cultivan naranjas y limones, el cuidado de la fotografía y la dirección hacen que la película sea un escape a un mundo alejado de los problemas de uno para adentrarse a la vida de otros pero sabiendo que al final las cosas acabaran bien para los personajes principales.
Todo lo que necesitas es amor no pretende entregar la historia más original dentro del género pero la construcción de sus personajes hacen que la película valga la pena verse y entrega lo que busca, un film romántico con su imperdible final feliz.
Den skaldede frisør (Love is all you need)
Susanne Bier
112 minutos
Dinamarca, 2012