Una de las personalidades acompañó las actividades del Festival Internacional de Cine de Morelia fue la ganadora del Oscar, Jodie Foster, quien durante su estancia se presentó en varias actividades del mismo, sorprendiendo a todos por su calidez y entrega con el público.
La primera actividad en la que se presentó fue durante el Premio a la Excelencia Artística, el cual recibió en una de las salas de Cinépolis Centro, ante una sala abarrotada y llena de fans. El reconocimiento le fue entregado por Alejandro Ramírez, Daniela Michel, hay que resaltar que la estatuilla es un diseño del escultor mexicano Javier Marín. Tras el reconocimiento presentó “El Silencio de los Inocentes” (The Silence of the Lambs), película que le daría su segundo Oscar y la consolidaría en el Partenón.
El siguiente evento importante donde estuvo fue en la entrega de la Medalla de la Filmoteca de la UNAM, la cual le fue entregada por Hugo Villa, Director General de Actividades Cinematográficas de la UNAM, quien antes de darsela le contó el origen de la medalla, la cual se realiza con la plata se obtiene tras hacer el duplicado de las películas y cuyos fragmentos quedan en los tanques, los cuales se usan para su creación.
Jodie comentó que “Me encanta esta maravillosa historia detrás de la medalla, es muy interesante saber de qué está hecha porque quien guarda las películas es quien guarda la voz, que tiene la voz, así que es muy importante preservar las películas para preservar esa voz”. Tras la entrega de la Medalla el público asistente pudo ver “Mentes Brillantes” (Little Man Tate) la primera cinta dirigió Foster.
Su último día en el FICM arrancaría con la develación de la placa conmemorativa del FICM, la cual contiene a los ganadores de al anterior edición, evento celebrado a las afueras de Cinépolis Centro y donde fue acompañada por los productores Kathleen Kennedy y Frank Marshall.
Cerraría con una Master Class en el Teatro Melchor Ocampo, donde entre otras cosas declararía que “Para ser honesta, usé mi poder como actriz para abrirme la puerta hacia dirigir. Siempre quise hacerlo pero sabía que no lo iba a poder hacer hasta que fuera un proyecto que yo quisiera hacer. Quería hacer cintas que tocaran a más gente pero creando personajes muy complicados con un rango emocional duro y que lidiaran con traumas emocionales”.
Sobre su proceso al dirigir “mi perspectiva siempre parte desde el personaje y cómo se siente y relaciona con la cámara. Me gusta convertir a la cámara en un personaje más, aunque en lugar de explicarle al fotógrafo los movimientos, tengo que decirle y corro por todos lados porque lo hago todo físico, es un lenguaje muy diferente al habitual”.
Los invitamos a ver la entrega de la Medalla de Filmoteca de la UNAM.