El estilo arquitectónico brutalista debe su nombre al impacto que hace en aquel que lo observa quien puede mirar los materiales utilizados para sostener las estructuras sin decorados, lo que por lo regular nos deja ver amplias fachadas en tonos grises y texturas ásperas, tal es el camino que intenta seguir la cinta “El Brutalista” (The Brutalist), la cual nos lleva a la vida de un inmigrante judío en Estados Unidos y el choque con el estilo de vida y de la sociedad norteamericana, todo en afán de seguir mostrando lo mal lo ha pasado la comunidad judía en el mundo.
László Tóth llega de Europa a Estados Unidos, arquitecto de la Bauhaus, debe acoplarse a trabajos menores para sobrevivir. Cuando con su primo restaura una biblioteca conoce al multimillonario Harrison Lee Van Buren, con quien primero tiene un roce para luego ser contratado por él para construir un Centro Comunitario. Durante casi veinte años seguiremos la construcción del lugar y la forma en que el mundo continúa intentando dominar y humillar a László.