Mel Gibson como director es siempre una garantía de que veremos en pantalla un trabajo que deslumbrará de una forma u otra, ya sea recreando un brutal drama histórico como “Braveheart”, una sangrienta adaptación del drama religiosos como lo fue “The Passion of the Christ” o una comedia de acción como “Get the Gringo”, por lo que su nueva cinta, “Amenaza en el Aire” (Flight Risk) a pesar de lo absurdo de su premisa y disparatado de sus actuaciones, termina siendo un gran divertimento.
Madolyn Harris, una U.S. Marshal, debe transportar al contador Winston de una alejada región en Alaska a Nueva York para que testifique contra el jefe de la mafia de la familia de los Moretti, para hacerlo tomará un vuelo charter pero todo se complicará cuando descubra que el piloto es un asesino del crimen organizado que hará todo lo posible para impedirles llegar a su destino.