El cine de época corre el riesgo de volverse una estampita escolar, de ser el pretexto perfecto para que el diseñador de arte se luzca y tengamos asombrosas recreaciones históricas que tiene como fondo endebles historias y actuaciones, tal es el caso de “La Favorita del Rey” (Jeanne du Barry), vehículo de lucimiento de su protagonista y directora, Maïwenn, pero sin la fuerza del personaje histórico al que se busca poner en la mira.
Jeanne du Barry es una joven que usa su inteligencia y sexualidad para abrirse paso en la corte del rey Luis XV, de quien se convertirá en su amante favorita, lo que le traerá enemistades y líos en el lugar.
Dirigida por Maïwenn “La Favorita del Rey” es una película cuya recreación visual resulta fascinante, con una dirección muy académica, muy pulcra, pero cuya debilidad es el guión, el cual es bastante esquemático y poco emotivo, lo que impide que la película despegue del todo y quede como una bonita estampa escolar. Ella utiliza de forma correcta la cinta como un vehículo de su talento y sensualidad, la cual traspasa pantalla y hace de su personaje un ser real y amigable.