Desde que se estrenara en 1979 “Alien, el octavo pasajero” (Alien) de Ridley Scott, los xenomorfos capturaron la atención y la imaginación de los fanáticos de la ciencia ficción y del horror, iniciando una franquicia que abarca múltiples secuelas, precuelas, videojuegos, historietas y más. Con el anuncio de la llegada de la nueva entrega llamada “Alien: Romulus” las expectativas comenzaron a crecer, como es habitual siempre que se anuncia una nueva entrega, con la sorpresa de que, en esta ocasión, tenemos una de las mejores cintas de la franquicia, una que bebe de sus precesoras y crea su propia fuerza e imagen a partir de ellas.
Un grupo de trabajadores de una mina controlada por la Weyland-Yutani Corporation descubren que sobre su planeta gira una nave que podría darles herramientas para escapar, por lo que deciden ir hacia ella y tomar lo que requieren. Lo que ellos no saben es que en su interior se esconde un aterrador laboratorio que busca controlar a los xenomorfos y que ahora estos tienen control del lugar, desatándose una brutal carnicería.