La figura de Drácula ha sido llevada hasta el cansancio a las pantallas de cine, es casi imposible no salga al año una cinta que retome el mito de los vampiros y cree una nueva cinta al respecto, que repite hasta las náuseas lo de otras anteriores, por lo que ver llega “Renfield” ahora, narrando las cosas desde el punto de vista de uno de los sirvientes del no muerto, puede resultar poco atractivo para la mayoría, pero lo cierto es que logra dar vuelta a muchas cosas para crear una película se burla del mito y lo trae a terrenos conocidos por todos, el del abuso de poder.
A principios del siglo XX, Reinfeld conoce a conde Drácula, pronto es atrapado con lo que éste puede darle si se convierte en su sirviente. En la época actual continúa alimentando y cuidado del conde, tras un brutal ataque migran a Nueva Orleans, donde éste se recupera poco a poco. Reinfeld acude a grupos de terapia para escoger a sus víctimas dentro de los que abusan de otros, pero cuando las terapias comienzan a abrirle los ojos de su situación, pronto se verá enfrentado al conde por su libertad.