Neil Patrick Harris volvió a demostrar porque es uno de los actores más importantes de su generación al conducir de nueva cuenta la entrega del Tony a lo mejor del teatro de Broadway en los Estados Unidos. Su simpatía y carisma lograron hacer amena una noche de por sí interesante en la que el boxeador Mike Tayson fue la víctima de la mayoría de sus bromas.
La noche fue para el musical Kinky Boots basado en la película homónima de Julian Jarrold del 2005 y que narra la forma en que una fábrica de zapatos se salva de la bancarrota. En su adaptación teatral se encuentra el trabajo de Cindy Lauper quien escribió la música original de la misma.
En el apartado de mejor obra la ganadora fue Vanya and Sonia and Masha and Spike de Christopher Durang.