Críticas
Agentes Secretos, Soderbergh regresa a la acción
Steven Soderbergh regresa a un género que si bien no es su especialidad, por lo general logra salir bien librado, el thriller de acción, con grandes escenas de lucha, persecución y una trama sencilla pero entretenida. Agentes Secretos (Haywire) si bien no es su mejor película es superior a otras ofertas de la cartelera comercial.
La película sigue a una mercenaria que se ve envuelta en un complot para acabar con su vida promovido por las personas en las que confía. El salir viva de la situación y vengarse serán su motor y fuerza.
Protagonizada por Gina Carano, ex luchadora de artes marciales y una de las gladiadoras de American Gladiators, la película es un vehículo para demostrar su fuerza e impacto en pantalla, las secuencias de lucha están excelentemente coreografiadas y logran emocionar al espectador al presentarle peleas realistas y con el mínimo de edición para demostrar que son los propios actores los que las protagonizan.
12 Horas, Amanda Seyfried y nada más
Una joven con antecedentes de esquizofrenia descubre que su hermana ha desaparecido, asumiendo de inmediato que el culpable es el hombre que la secuestro e intento asesinar años atrás. La policía no le cree ya que lo consideran un juego de su mente y nada indica que lo que ella dice sea cierto. ¿En realidad su hermana fue secuestrada? Y de hecho ¿ella lo fue o sólo es producto de su imaginación?
12 Horas (Gone) es un thriller que apoya toda su fuerza en la presencia de su protagonista Amanda Seyfried, quien aprovecha su cara de desquiciada para dotar de realismo y credibilidad a su personaje. Lamentablemente ni ella es lo suficientemente carismática ni el guión lo suficientemente atractivo para capturar completamente al espectador.
De Jueves a Domingo… la contemplación de la nada
La nueva tendencia del cine latinoamericano parece ser el realizar la contemplación de la nada. Un cine que mal entendiendo el concepto de cine contemplativo lleva éste a extremos tales que lo único contemplamos es la muerte del cine, la nada que no conmueve, que no atrapa, que no afianza. De Jueves a Domingo de Dominga Sotomayor se inscribe en esa tendencia.
De Jueves a Domingo muestra el viaje de una familia que está desintegrándose a nuestros ojos. Un viaje a la playa donde los hijos no comprenden que es el adiós de su familia, el padre se irá de casa acabando el mismo. Cuatro días donde la familia convivirá en el carro sin poder evitar el inevitable final.
La Dama de Hierro, una soberbia Streep eclipsa todo lo demás
Margaret Thatcher, ex primer ministro de Inglaterra, vive recluida en su casa víctima de demencia senil, enfermedad que le impide separar la realidad de la fantasia. Encerrada en sus recuerdos y fantasmas rememora su carrera política así como su vida familiar.
Cinematográficamente podríamos afirmar que Thatcher solo existió para que Meryl Streep la interpretara en la pantalla grande y se llevara así su tercer Oscar a casa. La interpretación de la norteamericana es impecable, como siempre es soberbia en su manejo de acentos, inflexiones, detalles, para dotar a su personaje de una vida y una increíble sensación de realidad que hace al público interesarse por ella todo el tiempo.
Con el Diablo adentro, el fraude como motor
Con el Diablo Adentro: en 1989 un exorcismo no autorizado por el Vaticano sale mal, culminando con la muerte de dos clérigos y una monja, así como en el encarcelamiento de la mujer supuestamente poseida. Por iniciativa de la iglesia católica es trasladada a un hospital psiquiátrico en un lugar cercano al Varicano. 20 años después su hija acude a visitarle para intentar conocer la verdad de lo sucedido.
El mockumentary continúa su conquista de la taquilla y el público aficionado al cine de terror, ahora con esta cinta que intenta capturar la esencia de lo que es un exorcismo real y las fatídicas consecuencias que tiene enfrentarse al demonio. Una premisa aterradora que naufraga ante una titubeante dirección, patéticas actuaciones y sobre todo la ausencia total ya no digamos de un guión sino de una historia mínimamente congruente que logre atrapar e interesar al espectador.