En 2017 Kenneth Branagh llevó a la pantalla grande “Murder on the Orient Express” donde además de dirigir se apropiaba del personaje principal, brindando una terrible interpretación de Hercule Poirot, desaprovechando la historia original de Agatha Christie y al gran elenco que conformaba la película. Ahora, cinco años después, llega la secuela a esa cinta, “Muerte en el Nilo” (Death on the Nile), la cual logra lo imposible, ser peor que la anterior cinta, descuidando hasta la dirección en esta ocasión.
Las vacaciones del detective belga Hércules Poirot a bordo de un glamoroso barco de vapor en Egipto se convierten en una aterradora búsqueda de un asesino, mientras que la luna de miel idílica de una pareja perfecta se ve trágicamente interrumpida.