Críticas
Elysium, la ficción como espejo de nuestra realidad
Neill Blomkamp regresa a la pantalla grande con un segundo largometraje en el que cuenta con un presupuesto mucho mayor, actores reconocidos mundialmente pero en el que logra mantener la ideología izquierdista y una filosofía propia del cineasta sudafricano.
Elysium nos muestra un mundo que fuera de la ciencia ficción, en el que implica crear un mundo ideal en el espacio, la realidad de la película no es distinta a lo que se vive actualmente. La muy clara diferencia entre muy ricos y muy pobres se puede ver en la mayoría de los países, mientras unos viven en grandes mansiones, otros viven rodeados de basura y en casas que se mantienen en pie por mera suerte. Realidad que se puede ver en “el bordo”; un basurero gigantesco donde los pepenadores viven rodeados de la basura que recolecta, lugar donde se filmó la parte de la Tierra.
Rush, la pasión y la gloria del automovilismo
En 1976 la Fórmula Uno vivió una de sus rivalidades históricas, la protagonizada por el inglés James Hunt y el austriaco Niki Lauda, uno con McLaren y el otro con Ferrari. Conocidos desde antes de ser profesionales sus estilos se contrapuntaban, uno más técnico, uno más instintivo. La intensidad con la que se enfrentaban en la pista tenía al mundo entero pendientes de ellos. Ahora, 37 años después, Ron Howard nos trae Rush, Pasión y Gloria (Rush) y el resultado es muy emotivo.
Rush es una película que retrata dos estilos de vida y filosofía diferentes, es una película sobre cómo enfrentar retos, sobre la amistad, sobre el tener un rival que te motiva a ser mejor cada vez en lo que haces y, sin serlo, se convierte en una de las mejores cintas sobre la Fórmula Uno que se hayan hecho, aún más impresionante en su relato que la excelsa Grand Prix (Frankenheimer 1966).
R.I.P.D. Policia del Más Allá, acción y nada más
Robert Schwentke saltó a la fama con una cinta romántica que se desarrolla en un ambiente de ciencia ficción, Te Amaré por Siempre (The Time Traveler's Wife 2009), lo que hizo que todos nos sorprendiéramos cuando presentará su adaptación de RED (2010), una febril y vertiginosa cinta de acción que mostraba a espías de una edad muy madura en acción. Ahora regresa con la adaptación de otro comic, el de Rest In Peace Department (R.I.P.D.) creado por Peter M. Lenkov.
Nick Walker y Bobby Hayes son un par de policías corruptos, cuando roban oro de una escena de crimen, cuando Nick tiene remordimientos por lo que su pareja podría pensar es asesinado por Bobby quien busca evitar regrese el oro. Muerto es contratado en el más allá por el Departamento de Descansa en Paz (R.I.P.D por sus siglas en inglés) para detener muertos que hacen malas acciones en la Tierra. Cuando se revela que el oro es parte clave para abrir un portal entre la Tierra y el Más Allá, Nick y su nuevo compañero deben evitar eso pase.
Depositarios, la polémica sobre la ética
En un futuro no tan lejano pero aún inaccesible los seres humanos podrán depositar sus emociones en un gemelo condenado a no tener vida propia, en ser un vegetal donde todas las experiencias negativas quedarán para que los seres que andan en la calle no sufran. Es en ese mundo donde un policía se ve involucrado con una activista contra esta práctica; donde un hombre decide robarse al depositario de su expareja; donde nada es lo que parece.
Depositarios es la opera prima de Rodrigo Ordoñez, ganadora del Ariel a Mejores Efectos Especiales en el 2013 y es, sin duda, una rareza dentro del cine mexicano. Pocas veces el cine nacional busca crear ciencia ficción y salir bien parado del asunto, recordemos el arriesgado trabajo de Leopoldo Laborde en Utopia 7 (1994) que es todo un ejemplo a seguir o la decepción que resultó 2033 (Francisco Laresgoiti 2009) y ni hablar de La Última Muerte (David "Letxe" Ruiz 2012). En esta ocasión podemos decir que el director supo aprovechar las limitaciones presupuestarias y sacarle provecho al máximo a sus capacidades.
Lo bueno, lo malo y lo chido de Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses.
17 largos años hemos esperado los verdaderos fans de Gokú y sus amigos, pero la espera valió cada segundo, por fin tenemos una nueva aventura de nuestros personajes favoritos, Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses esta llena de nostalgia que sólo los que vimos el anime podemos entender, lo siento muchachos “otakus” de hoy en día, aunque se regodeen de ser muy conocedores nunca van a poder comprender todas esas lecciones de bondad, amistad y superación que solamente los Guerreros Z podían enseñarnos. Muchas gracias Akira Toriyama.
LO BUENO.
Una calidad en animación de primera, con un 3D sin necesidad de gafas especiales, se disfruta cada momento y cada detalle en las peleas y en los paisajes que ya estábamos acostumbrados a ver en la serie original, la inclusión de la mayoría de los personajes, cameos en flashbacks de antiguos enemigos de Kakaroto, de hecho el conflicto vuelve a comenzar con el trío de villanos que siempre están en búsqueda de las esferas, a la hora de los créditos finales ni van a querer levantarse de su butaca hasta ver la última animación, se va a respirar una gran nostalgia el día del estreno.










