Críticas
El gran secreto, una sociedad sin conciencia
Tres años vertidos en escribir una novela para darse cuenta que el mundo editorial no es nada sencillo. Años pasan y la ilusión se esfuma cuando la rutina de un trabajo de oficina y la vida en pareja toman prioridad. Pero llega un momento en el que gracias a encubrir la verdad llega todo aquello que siempre se ha esperado.
El gran secreto (The Words) protagonizado por Bradley Cooper, al lado de Jeremy Irons y Zoe Saldana, es una película que está lejos de ser una película sin fallas pero que retrata de alguna manera el mundo actual en el aspecto de la publicación y autoría de libros. Cooper en uno de sus papeles serios queda opacado por Jeremy Irons, mientras que el pequeño papel de Zoe Saldana no es más que el catalizador para que la historia avance.
Lo imposible, lacrimógena e impactante
Durante los últimos años uno de los eventos más impactantes han sido los tsunamis. Uno de los eventos naturales más devastadores que diversos países han experimentado y que en algunos casos han llegado a ser alarma mundial por el desastre causado.
Lo imposible retrata uno de los tsunamis que afectó a Tailandia en la que seguimos a una familia con tres niños que al ir de vacaciones al país se encuentran con el desafortunado evento natural que los obliga a superar sus propios medios, sobrevivir y buscar ser una familia de nuevo.
El Hobbit, un viaje fantástico y visualmente único
Después de once años desde el estreno de la primera parte de la trilogía de El Señor de los Anillos, Peter Jackson regresa con la adaptación de otro libro de J.R.R Tolkien, El Hobbit. Con un reparto de primera, Jackson no sólo demuestra su habilidad como director sino que entrega una nueva forma para ver cine con 48 cuadros por segundo, una experiencia que muestra la capacidad actual que tienen las cámaras para captar los detalles y mostrar un mundo verdaderamente fantástico en pantalla.
Las paredes hablan, hasta para ser cursi tiene su chiste
Durante el pasado FICA en algún momento surgió una pequeña plática sobre los lugares comunes en películas y todos aquellos términos que usualmente se utilizan en críticas de cine. Por un parte se comentó que para los jóvenes, aquellos que apenas se están acercando a ver cine, en realidad no existen lugares comunes, que ellos van formando su criterio. Por otro lado, sin decir que lo antes dicho no sea cierto, también existe un pasado que si se olvida entonces también se pierde una parte fundamental en cualquier análisis. Y la historia no afecta sólo al cine, en cualquier tipo de arte existe el mismo problema.
En cuestión de historias se ha dicho de mil maneras que no es la historia la que importa, es el cómo está contada. No es lo mismo Diario de una pasión (The Notebook Cassavetes, 2004) a P.S. I Love you (LaGravenese, 2007), cada uno de nosotros contamos las cosas de manera diferente y es esa diferencia que hace cada cosa única. Sin embargo, no todos son cuentacuentos. Y algunos deberían mejor abstenerse de contar historias, así como algunos no tienen gracia para los chistes otros simplemente no atinan para transmitir una historia.
Táu, el desierto un lugar para enfrentar los demonios internos
Un hombre (Brontis Jodorovsky) en busca de algo llega a un desierto, no sabemos dónde ni sabemos por qué. Pronto vemos que recolecta pedazos de cactus y los dibuja, no es difícil adivinar ahora a qué se dedica. Sin embargo, toda la tranquilidad que aparenta de día se ve eclipsada por un tormentoso pasado que ahoga con tequila por las noches.
Una bola de fuego aparece por un segundo y así como el personaje, uno cree es el efecto del alcohol. Los días pasan y cada noche es lo mismo hasta que un día se levanta, sólo para darse cuenta de que todo ha sido destruído y sin agua ni alcohol tiene que encontrar una forma de salir de ahí y sobrevivir. A partir de este momento, entramos en un viaje entre los efectos del peyote, la falta de alimentos y agua, y un pasado que toma forma física.
Táu filmado en Wirikuta intenta mostrar el lado místico del desierto así como la importancia de conservar un mundo que no se debería de modificar, que tiene sus propias reglas y que si nos adentramos a él, nosotros simples mortales, será para enfrentar todo aquello de lo que huimos.