Críticas
“Implacable” un tortuoso camino a la absolución
Liam Neeson está de vuelta con una cinta que, engañosamente, se vende como un filme de acción típico del subgénero que practicamente ha encasillado al histrión en los últimos años. Pero “Implacable” (Absolution), del cineasta noruego Hans Peter Moland (A Somewhat Gentle Man, The Beautiful Country), ofrece más un intenso drama criminal que la usual balacera o acción sin sentido que ha permeado la carrera del norirlandés, que además anunció su retiro de ese tipo de filmes que lo llevaron al éxito.
Aquí, Neeson interpreta a un ex boxeador convertido en ejecutor de un mafioso (Ron Perlman) que comienza a olvidar cosas, desde su dirección hasta el nombre de su propio empleador. Claramente, como el mismo actor, está en el ocaso de su vida pero se niega a aceptarlo. Sin embargo, esto lo hará buscar reconectar con su hija, con quien ha perdido todo contacto desde hace años, así como buscar una forma de redimirse por todos los errores que cometió en el camino, aún sabiendo que puede costarle la vida que le queda.
“Eureka” un western contemplativo y social
Uno de los directores argentinos más arriesgado de tiempos recientes es, sin duda, Lisandro Alonso. Con su muy particular estilo narrativo y su amor por la contemplación, ha retado a los amantes del cine comercial, caracterizándose por portar la bandera del cine independient ey de autor donde el intimismo va sobre la acción. Ese sello y el tiempo que se da entre proyectos lo hacen ser un provocador con el cual puedes engancharte o, de la misma forma, no conectar en absoluto con el gran público que usualmente busca alcanzar.
Nueve años después de “Jauja” (2014), donde Viggo Mortensen hacía del capitán Gunnar Dinesen en un extraño western que rompía tiempo y espacio al más puro estilo del bonaerense, Alonso estrenó “Eureka” (2023), exhibida por primera vez en el pasado festival de Cannes, donde nuevamente ahonda en sus pasiones y juegos narrativos para plantear una interesante metáfora sobre los efectos del colonialismo en los pueblos indígenas en un viaje que nos lleva por diferentes partes del tiempo.
“El Brutalista” tan cruda y fría como su arquitectura
El estilo arquitectónico brutalista debe su nombre al impacto que hace en aquel que lo observa quien puede mirar los materiales utilizados para sostener las estructuras sin decorados, lo que por lo regular nos deja ver amplias fachadas en tonos grises y texturas ásperas, tal es el camino que intenta seguir la cinta “El Brutalista” (The Brutalist), la cual nos lleva a la vida de un inmigrante judío en Estados Unidos y el choque con el estilo de vida y de la sociedad norteamericana, todo en afán de seguir mostrando lo mal lo ha pasado la comunidad judía en el mundo.
László Tóth llega de Europa a Estados Unidos, arquitecto de la Bauhaus, debe acoplarse a trabajos menores para sobrevivir. Cuando con su primo restaura una biblioteca conoce al multimillonario Harrison Lee Van Buren, con quien primero tiene un roce para luego ser contratado por él para construir un Centro Comunitario. Durante casi veinte años seguiremos la construcción del lugar y la forma en que el mundo continúa intentando dominar y humillar a László.
“Déjame estar contigo” el regreso al buen melodrama mexicano
Uno de los géneros clave dentro de la filmografía del cine mexicano es el melodrama, México logro grandes películas en el siglo XX en ello, abandonándole a partir de la década de 1990 y marcándole como si fuera una mala nota y buscando alejarse de él, quizá debido a lo complejo que es manejarlo de forma correcta y no caer en uno de sus extremos y hacer una cinta ridícula o ramplona, es por eso que resulta sumamente sorpresivo el nuevo trabajo de Isaac Cherem, “Déjame Estar Contigo”, que se inscribe dentro de los grandes trabajos mexicanos del género.
Bruno es deportado a México lugar donde comienza a trabajar en un call center para sobrevivir, en una de las llamadas realiza conoce a Lucía, con quien entabla una inusitada amistad. Cuando por fin logran conocerse pronto inician una relación romántica que parece funcionar de forma perfecta, pero ella sufre una enfermedad terminal que podría estropearlo todo.
“Amenaza en el Aire” el absurdo como un gran plan de vuelo
Mel Gibson como director es siempre una garantía de que veremos en pantalla un trabajo que deslumbrará de una forma u otra, ya sea recreando un brutal drama histórico como “Braveheart”, una sangrienta adaptación del drama religiosos como lo fue “The Passion of the Christ” o una comedia de acción como “Get the Gringo”, por lo que su nueva cinta, “Amenaza en el Aire” (Flight Risk) a pesar de lo absurdo de su premisa y disparatado de sus actuaciones, termina siendo un gran divertimento.
Madolyn Harris, una U.S. Marshal, debe transportar al contador Winston de una alejada región en Alaska a Nueva York para que testifique contra el jefe de la mafia de la familia de los Moretti, para hacerlo tomará un vuelo charter pero todo se complicará cuando descubra que el piloto es un asesino del crimen organizado que hará todo lo posible para impedirles llegar a su destino.