El cine animado nos da sorpresas ocasionalmente, en ocasiones esperas algo de cierta película y no va en ese camino y se convierte en algo mucho más divertido de lo que podrías imaginar, tal es el caso de “Olé, El Viaje de Ferdinand” (Ferdinand), la cual sin dejar de tener un mensaje de respeto no es el panfleto que los amantes de los animales esperarían.
Tras dejar atrás el criadero donde vivía, Ferdinand se transforma de un novillo enclenque a un toro enorme con un gran corazón. Después de ser confundido por una bestia peligrosa, es capturado y removido de su hogar. Decidido en regresar con su familia, congrega a un equipo de inadaptados para emprender la aventura máxima.