En el 2008 se estrenó la Opera Prima de Matt Reeves, Cloverfield, una cinta que jugaba con el estilo del Found Footage Film, mostrando los peores clichés del género, y que mostraba los estragos que provocaba en Nueva York el ataque de una criatura alienígena. Odiada por muchos y admirada por igual por otros tantos, el éxito que tuvo en taquilla y en formatos caseros hacía predecible que se filmará una secuela, la cual, de forma sorpresiva, se anunció 8 años después, una vez que se había terminado de filmar: Avenida Cloverfield 10 (10 Cloverfield Lane).
Michelle acaba de abandonar a Ben, su pareja, mientras conduce por carretera sufre un accidente, despierta en un sótano, con suero intravenoso y encadenada. Pronto conoce a su captor, un exmarine que ha construido un refugio antinuclear, quien le dice que ha estallado una bomba y afuera todos han muerto. Cuando conoce a otro de los habitantes del refugio se da cuenta de que todo podría ser cierto. Pero en el mundo de Cloverfield nada es definitivo.