El cine mexicano tiende a encasillar a sus directores como creadores de un solo estilo de películas, de un solo público, poniéndoles del lado de directores comerciales o de arte, sin darles oportunidad de pasar de una a otra categoría sin ser duramente señalados y críticados, cierto que muchos son incapaces de dar el salto sin traicionar su estilo o intereses, dando productos que no complacen ni a uno u otro lado, por lo que es una agradable sorpresa ver El Peluquero Romántico, el nuevo trabajo de Iván Ávila Dueñas, director experimental en la mayoría de sus trabajos que nos sorprende con una linda historia que oscila en ambos mundos, con resultados notables.
Víctor ha vivido siempre al lado de su madre, escuchando boleros, viendo en televisión las películas de la época de oro del cine mexicano. A la muerte de ella, se descubre sólo, en una rutina donde el coqueteo con una joven mesera, el reencuentro con una antigua novia, no le satisfacen. De pronto, de forma inesperada, su padre aparece en su vida, revelándole sus orígenes paternos y la posibilidad de conocer otros lares.